Cuando tienes la palabra, tienes la oportunidad de dominar una reunión y de dejar huella. La voz es el poder, o eso hemos pensado durante todas nuestras vidas. Pues bien, existen formas de dominar una habitación incluso cuando no estás hablando. Se trata de utilizar una serie de claves no verbales que harán que tu presencia se establezca más que nunca, no importa la situación que se presente en el momento. Si eres Millennial, quizás te interese este artículo, ya que existen muchos errores cometidos por esta generación en cuanto a lenguaje corporal se refiere.


Haz saber a las personas cuando entras y sales de la habitación


No te abalances en la silla directamente. Analiza a las personas al principio y al final de la reunión. Asiente con la cabeza. Sonríe. Cuando las personas se sienten reconocidas, se sienten importante. Es una forma muy sencilla de impresionar a los demás y ganarte su respeto. Además, reconociendo a los demás, ganarás presencia tú mismo/a.


Presta atención al lugar que escoges para sentarte


Si la reunión tiene lugar alrededor de una mesa, siéntate en el medio de la mesa, y no en los lados, entra en el juego. Si tú piensas que tienes menos que ofrecer que el resto de las personas de la reunión, las personas pensarán que eres poco importante. Créete que eres importante, y los demás lo harán también.


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Si la reunión tiene lugar en filas de sillas, siéntate en el frente pero no en la primera fila. No necesitas ser visto por todo el mundo, tú también necesitas observar al resto de las personas. Si estás lejos de las personas, es difícil que puedas conectar con ellas para decir lo que tengas que decir. Para conectar con las personas, los líderes saben que tienen que equilibrar la balanza entre ver y ser vistos.


Centra los ojos en la persona que está hablando


Durante la reunión, evita mirar alrededor de la sala. No mires el teléfono y no tomes demasiadas notas. Eleva tu cabeza. Mira a la persona que está hablando, de una manera relajada. Haz saber a esa persona que estás escuchando y que estás muy interesado/a en lo que tiene que decir. Si las personas se sienten escuchadas, se comprometen y también te van a escuchar.


Expande tu postura


No tengas miedo a estar cómodo/a, a tener un poco más de espacio. Mantén los brazos abiertos, no los cruces, descansa el peso de tus hombros. No cruces las piernas, no hagas un nudo. No te hagas más pequeño/a de lo que eres. Permítete el lujo de ser visto, y usar tu lenguaje corporal para expresar confianza en ti mismo.


 

Actualidad Laboral / Con información de Forbes España