Una parte inevitable de dirigir un negocio o administrar un equipo es aprender a lidiar con el conflicto. En gran medida los problemas internos son inevitables y hay que saber cómo solucionarlo con eficiencia, porque no siempre las medidas preventivas funcionan. Aquí están los mejores consejos que puedes poner en práctica cuando el caos amenace tu empresa:

Recuerde que el conflicto no es siempre es malo

En una reunión o sesión creativa en el trabajo el conflicto no es necesariamente negativo, porque si la gente se preocupa lo suficiente como para estar en desacuerdo con algo, por lo general significa que están involucrados. No se alarmen por un cierto sentimiento de incomodidad a medida que las ideas y las opiniones chocan, ya que este tipo de sesiones a veces puede conducir a un gran avance o, al menos, convertirse en un proceso de aprendizaje.

Aprenda a reconocer las causas comunes del conflicto

Hay tres factores que encabezan la lista de lo que más frecuentemente provoca conflictos en una empresa: 1) Diferencias de personalidad, también debido a las diferencias en los estilos de trabajo; 2) Gestión del rendimiento, supone problemas con la competencia o el desempeño de un individuo (33% de los casos), el nivel de recursos o apoyo que la gente necesita para hacer un buen trabajo (23%) o poder llegar a un acuerdo sobre objetivos u objetivos (18%); y 3) Jerarquía o dinámica de poder.

Tener sistemas de alerta

La gestión de conflictos es esencial en cualquier lugar de trabajo. No tener sistemas de gestión de conflictos es un error que muchas nuevas empresas y startups cometen, especialmente cuando los equipos son todavía pequeños. En lugar de tratar de mantener un ojo en su organización y cada miembro del equipo, asigne a los directores o representantes de la empresa a equipos específicos para detectar, tratar o informar las situaciones de conflicto a medida que surgen.

Comunicar una política de resolución de conflictos a su equipo

Muchos jefes niegan rotundamente que tengan conflicto en sus organizaciones. Debemos ser capaces de admitir que hay conflicto en nuestras organizaciones - es algo natural que sucede cuando las personas están trabajando juntas. Cuanto más podamos hacer para normalizar el "conflicto" mejor. Este cambio en la mentalidad es absolutamente crítico.

Reconocer cuándo intervenir

La mayoría de los desacuerdos y las discusiones de la oficina tienen una manera de establecerse. Saber cuándo intervenir puede ser difícil, por lo que es importante no solo tener un jefe o un líder de equipo involucrado para proporcionar información, sino también tratar de entender las motivaciones de los individuos involucrados.

Enfrenta el conflicto cuando aparezca

Este enfoque debe ser tomado a cualquier conflicto que se le haya hecho llegar. Ser directo es la manera más eficaz de evitar que el conflicto se intensifique, ignorarlo puede llevar a un equipo infeliz y mucho resentimiento.

Sea sensible acerca del enfoque de resolución

Hay muchas técnicas diferentes de gestión de conflictos que son eficaces en un entorno de oficina. A veces lo más apropiado será tener conversaciones directas e informales. Otras veces, la mediación o las conversaciones facilitadas son esenciales. En situaciones graves, los procedimientos disciplinarios o las quejas formales pueden ser el enfoque más apropiado. Es importante sopesar la situación, pensar en las personalidades involucradas y tratar de facilitar una situación en la que serán más receptivos a encontrar una solución.

Tener un plan de acción

Una vez que haya identificado los puntos de acuerdo y desacuerdo, priorice qué temas son más importantes y cuáles son los más fáciles de resolver. Desde allí se puede crear un plan de acción para trabajar en cada conflicto.

Nunca deje de comunicarse

Eche un vistazo a la política de comunicación de su empresa. ¿Es fácil para las personas expresar sus preocupaciones y plantear problemas con sus gerentes, ya sea anónimamente o en persona? Si no, es el momento de poner un sistema para el caso. Mientras trabaja para lograr una resolución de conflictos con sus compañeros de equipo, asegúrese de comunicarse regularmente para mantener a todos informados y recordarles a todos cuál es la meta.

Utilice el conflicto como una oportunidad

Si no aprovecha el conflicto para la construcción de equipos o los propósitos de aprendizaje, entonces está perdiendo una gran oportunidad para experimentar diferentes perspectivas y para enseñar y crecer. Promover el compromiso, el perdón, la compasión y la comprensión en cualquier lugar de trabajo sólo puede conducir a mejores relaciones profesionales.

Actualidad Laboral / Con información de Forbes