Llega el lunes y para algunos escuchar el despertador para levantarse e ir a trabajar resulta una de las peores formas de empezar el día. Mil cosas por hacer y el jefe exigiendo otras tantas elevan la tensión laboral.

Señala la Organización Mundial de la Salud, OMS, que a menudo presión, reto y estrés son términos que se confunden para justificar prácticas inadecuadas.

Con esta afirmación, seguramente, muchos se sentirán identificados. Sin embargo, para evitar que se cometan más abusos como estos, el organismo de salud aclara que “un nivel de presión que el trabajador considere aceptable puede mantenerlo alerta, motivado y en condiciones de trabajar y aprender. El estrés aparece cuando la presión se hace excesiva o difícil de controlar, puede perjudicar la salud de sus empleados y los resultados de la empresa”.

Trabajo saludable es posible

Si nos pasamos más de la mitad del día trabajando bajo situaciones estresantes, la salud psicológica y física pasarán, indudablemente, una factura con alto costo. Entonces, ¿cómo se define un entorno laboral adecuado? En la respuesta tienen responsabilidad tanto el empleador como el empleado.

La OMS define un espacio de trabajo saludable como aquel en el que no solo hay ausencia de circunstancias perjudiciales, sino abundancia de factores que promuevan la salud. Estos últimos incluyen evaluación permanente de los riesgos para la salud, suministro de información, capacitación adecuada, disponibilidad de estructuras y prácticas institucionales de apoyo que promuevan la salud.

“Los trabajadores estresados no están felices ni tampoco sanos, por lo que las empresas que quieran ayudar a su personal a tener vidas más gratificantes no pueden dejar de analizar los niveles de estrés dentro de su organización. Esta es la enfermedad que padece un gran número de trabajadores colombianos del siglo XXI. Además les está saliendo costosas a las compañías que no se preocupan por disminuir el índice”, advierte Marcela Gómez, gerente de Gestión Humana de Sodexo Colombia.

Las alternativas

Si bien la infraestructura y espacios óptimos no son suficientes para garantizar bajos índices de estrés laboral, aquí algunas recomendaciones para que ese mal moderno no lo ataque o, por lo menos, usted aprenda a controlarlo.

Destine tiempo al ejercicio físico y mental

Hacer mínimo 30 minutos de ejercicio diario ayuda a combatir el estrés, además que favorece la salud. Caminar, trotar, nadar, son algunas de las posibilidades. Otras como el yoga o la meditación, permiten despejar la mente, tomar decisiones y aprender a llevar las cosas con más calma.

Procure siempre una sana alimentación

Es vital para consolidar un cuerpo sano, porque lo prepara para cualquier adversidad fisiológica. Además, el momento de comer es muy importante para relajarse y desconectarse de la vida profesional. No lleve el trabajo a la mesa y procure incluir todos los grupos de alimentos, es fundamental.

Descanso total y reparador

Los momentos de reposo deben ser óptimos. Dormir bien y las horas adecuadas (ocho horas aproximadamente) permitirá la relajación total. Evite que sus momentos, cuando está sin trabajo, sean interrumpidos y procure no llevar tensión laboral a la casa.

Diseñe una agenda para cada día

Distribuya y organice su tiempo para realizar las tareas diarias, así tendrá un dolor de cabeza menos. Llevar una agenda es ideal para organizar el día y horarios de acuerdo con las diferentes actividades.

Trabaje en elevar su autoestima

Fomentar el amor propio permite que usted se sienta orgulloso de sus logros, al tiempo que permite asumir mejor los errores y buscar soluciones más viables.

Cree espacios propios de relajación

Así podrá enfrentar la ansiedad y los momentos de tensión. Si disfruta de las lecturas de autoayuda, esa es otra alternativa. Adicionalmente, los expertos recomiendan aprender a decir no cuando algo cueste mucho o se desconozca.

Actualidad Laboral / Con información de El Universal de Colombia