Las cenas corporativas tienen la fama de ser temidas por muchos por no saber qué ponerse, qué decir o cómo actuar. Un comportamiento dentro de lo normal, teniendo en cuenta que se pasa de estar en un ambiente de trabajo con los compañeros durante todo un año, a estar en un ambiente festivo y distendido, donde circula la comida y la bebida a partes iguales y donde no estamos con amigos ni familiares.

Si bien es cierto que el cambio de ambiente es notable, no tiene por qué ser negativo. Estas cenas son un buen momento para conocer gente con la que, normalmente, no se coincide, entablar conversación con algún compañero que acaba de llegar y por qué no, divertirse con los compañeros con los que mejor nos llevemos.

Eso sí, como todo, hay que hacer las cosas con cautela y el éxito estará asegurado. A continuación, diez consejos, que aunque obvios, nunca está de más recordar:

Asistir o no

Aquí aunque te den la opción, no hay elección. No acudir a este tipo de eventos suele ser más comentado que acudir y meter la pata con algo nimio.

Cómo vestirse

Es una cena de empresa. Es decir, no es una fiesta ni una reunión de trabajo, sino un momento para tratar de manera distendida con los compañeros de trabajo y los jefes. En cuanto a la vestimenta, siempre es mejor quedarse corto que pasarse. Elija algo discreto, nada que llame mucho la atención por exuberante ni por recatado.

Ser puntual y no irse el último

La puntualidad es algo que se tiene en cuenta hasta a la hora de llegar pronto a este tipo de reuniones. Sea previsor y acuda en transporte público en lugar de en auto, por evitar posibles problemas de estacionamiento. Del mismo modo, no sea el último en irte, sobre todo si al día siguiente madruga para trabajar.

Qué decir y cómo comportarse

No existe un manual de qué decir en una cena de empresa. Siempre dependerá de cada uno. Lo más importante es mantenerse relajado pero con la mente atenta. Siéntese con aquellas personas con las que mejor se lleva pero no se cierre a poder entablar conversación con otros compañeros. Al fin y al cabo son personas que tienen sus vidas y sus aficiones.

Evite los chusmeríos

Nunca vaya a crear chusmeríos por criticar a alguien y tampoco pretenda ser el centro de todas las conversaciones. Como siempre, todo en su justa medida.

Nada de religión ni política

Como en las comidas familiares, los temas que puedan generar controversia como religión o política, no son recomendados en este tipo de reuniones. Cada uno es libre de comulgar con todo aquello en lo que crea, pero es mejor reservarlo para otra ocasión que no sea en una cena.

El alcohol

Al igual que ir o no ir, beber es otra gran cuestión. Nadie obliga a beber a nadie, pero si es cierto que no hacerlo puede resultar extraño, tan extraño como pasarse con el alcohol. A no ser, claro está, que no pueda hacerlo por algún motivo de salud, por estar embarazada o porque no le guste lo que sirvan, en este caso deja que le sirvan el vaso o la copa con lo que haya y mójese los labios aunque sea.

La comida

Además de comportamientos básicos en la mesa, es bueno recordar que no hay que quejarse de la comida y hacer el esfuerzo por probarlo todo. Para evitar confusiones, recuerde que la bebida siempre va a la derecha y el pan a la izquierda.

El factor ligue

Este tema es mejor tratarlo en otro lugar. Una cena de empresa no es un buen espacio para hacer chusmerío y aislarse. El tema de flirtear en este tipo de cenas provoca precisamente eso y nunca es lo mismo "liarse" con un compañero de trabajo que con alguien con quien no coincidirá todos los días.

Ir con o sin pareja

A no ser que te indiquen lo contrario, lo mejor para una cena de empresa es asistir en solitario. Tenga en cuenta que son sus compañeros de trabajo y que es una reunión de empresa, por lo que traer a la pareja no es lo más apropiado.

Actualidad Laboral / Con información de IProfesional