20-09-2016
El Banco Central de Dinamarca ha alertado en un informe de los problemas que puede generar la reducción del desempleo en el país. Han leído bien. No hay erratas ni malentendidos: Dinamarca vive en una situación privilegiada, con tasas de paro muy cercanas a cero, un sueño para economías como la española, la portuguesa o la italiana, con ratios de desempleo en torno al 17%. Y esto paradójicamente les genera casi más preocupación que alivio.

¿Qué está pasando en Dinamarca? Cuando una economía roza el pleno empleo, no hay reserva de mano de obra entre los parados y eso puede ser un problema a medio plazo. Las autoridades ya han alertado de que los primeros afectados serán la industria y la construcción.

El paro estacional ronda el 4,2% en Dinamarca. Este porcentaje se corresponde habitualmente en una economía con el número de personas que tienen empleos temporales o están dejando un trabajo para coger otro. En este contexto de paro estacional tan reducido, las empresas prácticamente no encuentran dónde acudir cuando necesitan nuevos trabajadores (sobre todo para las tareas menos cualificadas).

Para acabar con este problema, al Banco Central danés no se le ha ocurrido otra cosa que pedir la colaboración de mayores que quieran retrasar la edad de jubilación para aumentar la escasa mano de obra, además de recurrir a estudiantes, incapacitados e inmigrantes.

La preocupación de las autoridades danesas tiene más sentido del que se aprecia a primera vista: cuando en una economía faltan profesionales, el precio de la hora de mano de obra de los pocos disponibles se multiplica rápidamente. no hay que irse lejos para buscar: en los años de la burbuja inmobiliaria, en España un carpintero o un albañil con ciertas habilidades podía cobrar seis mil euros mensuales, el doble que un ingeniero senior o cuatro veces más de lo que gana hoy un ingeniero con unos años de carrera profesional.

Actualidad Laboral / Con información de Yahoo Finanzas / Blog La otra cara de la Moneda de Maribel Rodrigo