05-10-2015
Great Place to Work, se encarga de medir el clima organizacional en las empresas y además de elaborar un ranking de las mejores empresas para trabajar, busca identificar las condiciones del ambiente laboral, y a partir del resultado trabaja para impulsar relaciones de calidad en las que exista confianza, orgullo y compañerismo.

Este instituto nació en los Estados Unidos en 2005, hoy en día opera en 45 países. Anualmente entrevista a más de 5.000 empresas, que en conjunto cuentan con 10.000.000  trabajadores o colaboradores, como prefieren llamarlos.

En Venezuela Great Place to Work  tiene nueve años de operaciones y en los últimos dos ha prestado servicios a más de 45 organizaciones en el país.

Este año, este instituto ha identificado que la relación de confianza en las organizaciones se ha deteriorado en comparación con años anteriores. “El pilar de un gran lugar para trabajar, es justamente esa relación de confianza y hemos visto que eso se ha resquebrajado un poco (…) Los estudios dicen que el entorno está influenciando fuertemente, cosa que no habíamos visto en años anteriores”, afirma Irene Mossi, gerente general de Great Place to Work en Venezuela.

La gerente de esta organización, recuerda que la confianza está determinada por la comunicación, con escuchar al otro, con el respeto y con la imparcialidad. “La confianza ha ido disminuyendo porque el mismo líder está inmiscuido en la crisis externa, entonces al líder le ha costado mucho más separarse de lo que es la crisis externa para poder ocuparse de lo interno que es lo que finalmente él puede cambiar y en lo que él puede influir”, dice Mossi.

La representante de Great Place to Work Venezuela, destaca que para hacer frente a esta situación, los líderes y gerentes de las organizaciones deben estar motivados. “Las empresas tienen que trabajar mucho el liderazgo, de manera que el liderazgo tenga esperanza de que la empresa va a mejorar y pueda transmitir esa inspiración a su gente”, dice.

Mossi, informó que este año han experimentado una disminución de las empresas que están interesadas en medir su clima para trabajar “porque consideran que tienen otras prioridades”, afirma.

Actualidad Laboral/JM