El retraso en la asignación y liquidación de las divisas, el rezago de los precios controlados frente a las estructuras de costos, la falta de respuesta oportuna a las solicitudes de calificación de despidos, son los principales factores que estarían poniendo en riesgo la industria pasteurizadora de bebidas alimenticias. Según la información divulgada por la Asociación de Procesadores de Leche (Asoprole), las empresas estarían trabajando entre 40% y 50% de su capacidad instalada.

La materia prima, empaques, fletes, repuestos, entre otros insumos habrían registrado incrementos entre 100% y 500%, mientras que el precio controlado de la leche pasteurizada, en todas sus presentaciones, no ha sido revisado desde agosto del año pasado. “Se requiere con urgencia la revisión periódica de los precios de estos productos, en todos los eslabones de la cadena de comercialización”, señala la nota de prensa elaborada por la representación gremial.

Los inventarios de los diferentes tipos de envases que requiere esta industria “están muy bajos, en algunos casos ya consumiendo los inventarios de seguridad”. Según reportaron las empresas, el Centro de Comercio Exterior (Cencoex) registra retrasos de más de 100 días para el otorgamiento de Autorización de Adquisición de Divisas (AAD); para los códigos de reembolso superan los 6 meses y en el caso de maquinarias y equipos, más de un año.

Las actuaciones ante las inspectorías del trabajo, para la desincorporación de los trabajadores que no cumplen con sus obligaciones, tampoco estarían siendo atendidos de manera oportuna, mientras que los reenganches se ordenan de manera inmediata. “Ocasionando un clima de impunidad laboral interno, que estimula el ausentismo laboral, las paradas en los procesos productivos, etc., mermando sensiblemente los procesos productivos”.

Es por ello que Asoprole solicitó al Gobierno Nacional atender las necesidades de divisas del sector y conformar una instancia “mixta y permanente” que haga seguimiento a la evolución de los precios y los costos.

Actualidad Laboral / Adriana Salazar Salas