Mientras que numerosos países en el mundo acaban de celebrar el Día de la Madre, dos nuevos estudios de la OIT presentan los datos mundiales y nacionales más recientes que ponen de manifiesto la necesidad apremiante de incrementar la protección social para las madres y sus hijos.

El informe Social protection for maternity: Key policy trends and statistics (Protección social de la maternidad: Principales tendencias políticas y estadísticas) muestra que sólo 36 por ciento de las mujeres empleadas tiene derecho a recibir prestaciones económicas durante su licencia por maternidad. Sin embargo, en la práctica, la legislación sobre la licencia de maternidad es aplicada ineficazmente, de manera que sólo 28 por ciento de las trabajadoras están cubiertas en caso de maternidad.

El estudio Social protection for children: Key policy trends and statistics (Protección social para los niños: principales tendencias políticas y estadísticas) también presenta un panorama alarmante. Muestra que, si bien en los últimos años ha habido un aumento vertiginoso de los pequeños mecanismos de transferencias en efectivo, persiste un déficit considerable en lo que se refiere a la disponibilidad de prestaciones familiares y para los hijos. De acuerdo con el estudio, 108 países disponen de programas específicos en la materia, previstos por la ley, pero estos con frecuencia sólo cubren a grupos pequeños.

“Cada día, alrededor de 800 mujeres mueren por causas relacionadas con el parto. Además, 18.000 niños fallecen diariamente. La triste realidad es que a pesar de los esfuerzos realizados en el marco del proceso de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, las tasas de mortalidad infantil y maternal en los países en desarrollo son aún demasiado altas”, declaró Isabel Ortiz, Directora del Departamento de Protección Social de la OIT.

Cada día, alrededor de 800 mujeres mueren por causas relacionadas con el parto (...) La mayoría de estas muertes pueden ser prevenidas con una protección social adecuada”.

“La mayoría de estas muertes pueden ser prevenidas con una protección social adecuada. La atención médica maternal e infantil universal son indispensables para reducir las altas tasas de mortalidad, acompañadas de transferencias en efectivo a fin de responder a las necesidades de alimentación, de vestido y el acceso a los servicios sociales”, agregó.

Una de las tendencias preocupantes es que en algunos países los niveles de prestaciones familiares y de maternidad han disminuido como consecuencia de las políticas de consolidación fiscal.

Por ejemplo, diversos países europeos han reducido el nivel de las prestaciones de maternidad y para la infancia o han limitado su cobertura.

“Las medidas de ajuste y de consolidación fiscal ponen en peligro los progresos alcanzados en materia de protección social para niños y familias”, señaló Ortiz. “La pobreza infantil aumentó en 18 de los 28 países de la Unión Europea entre 2008 y 2013”.

Cobertura universal: ¿Cuánto cuesta?

Por otra parte, diversos países de ingresos bajos y medios han extendido la duración de la licencia de maternidad remunerada o introducido prestaciones en efectivo para las mujeres y sus hijos. Sin embargo, aún persisten grandes déficits en la cobertura.

Los informes analizan una muestra de 57 países de ingresos bajos y medios y señalan que la introducción de una prestación en efectivo universal supondría una inversión promedio de 0,41 por ciento del producto interno bruto (PIB).

Al mismo tiempo, disponer de prestaciones universales por hijos a cargo representaría un gasto promedio de 1,9 por ciento del PIB nacional. Los costos estimados de un régimen básico de prestación universal por hijos a cargo varían mucho entre un país y otro, de 5,2 por ciento del PIB para Nigeria a 0,2 por ciento del PIB para Guyana, considerando que los niños constituyen una gran proporción de la población en esos países.

La misma variación se aplica a la protección básica universal de la maternidad, donde varía de menos de 0,1 por ciento del PIB en Bután, Guyana, India, Indonesia, Mongolia, Marruecos, Sri Lanka y Vietnam a 1,1 por ciento del PIB en Nigeria.

“En momentos en que el mundo discute la agenda de desarrollo para después de 2015, es fundamental que la comunidad internacional identifique los recursos financieros para la protección social”, afirmó Isabel Ortiz citando la Recomendación sobre los pisos de protección social, 2012 (núm. 202) de la OIT .

“Se trata de elegir las prioridades acertadas: el costo total de las prestaciones universales para todas las mujeres embarazadas y todos los niños de 57 países de ingresos bajos representa sólo el 0,6 por ciento de la cifra utilizada por los países del G20 para rescatar al sector financiero en 2009”, concluyó Isabel Ortiz.

La Recomendación sobre los pisos de protección social, 2012 (núm. 202) refleja un consenso entre los gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores de 185 países sobre la necesidad de extender la seguridad social.

Ambos estudios presentan datos nacionales detallados sobre la protección de la maternidad y las prestaciones familiares y para los niños en los 188 países examinados.

 

* La OIT define la protección social como el conjunto de medidas públicas que una sociedad proporciona a sus miembros para protegerlos contra las dificultades y las privaciones económicas ocasionadas por la pérdida o la reducción sustancial de la renta laboral a causa de enfermedad, maternidad, desempleo, invalidez, vejez, y otros; para ofrecerles acceso a la atención médica y la provisión de prestaciones para las familias con hijos. Este concepto de garantías en materia de protección social o de seguridad social dirigidas a reducir/prevenir la pobreza y la vulnerabilidad está reflejado en diversas normas de la OIT aprobadas por todos los países del mundo.

Actualidad Laboral / Nota de Prensa OIT