A nadie le sorprende que en una misma oficina convivan profesionales del mismo rango que, sin embargo, cobran nóminas muy distintas. La equidad en los salarios no necesariamente es el sistema más justo, siempre y cuando la meritocracia sea el factor que determine las promociones. Pero aun cuando lo fuera, estas diferencias en los sueldos pueden general un mal clima laboral, que sólo puede resolverse a través de una buena comunicación interna y una total transparencia en lo que respecta a las categorías y bandas salariales existentes.

Las compañías diseñan sus bandas salariales "agrupando puestos de similar exigencia, responsabilidad o contribución, y con la amplitud necesaria para que pueda producirse una progresión salarial en función de la adquisición de mayores competencias o un buen desempeño, pero siempre dentro del mismo rango", explica Victoria Gismera, directora de PeopleMatters.

El problema, dicen los expertos, es que en algunas organizaciones estas bandas son excesivamente amplias y pueden incluir a profesionales con salarios muy alejados.

Más allá de la antigüedad

Para evitar que las desigualdades retributivas acaben pasando factura a la motivación y el rendimiento de la plantilla, cada organización deberá, en primer lugar, identificar y enumerar aquellos aspectos que contribuyen a una mejor retribución. "Hace unos años la antigüedad solía ser la principal clave, pero ahora las subidas de sueldo las marca la aportación de la persona al puesto", asegura Vivian Acosta, managing director de Talengo. No sólo eso. Gismera también apunta a otros factores como "el conocimiento, los logros, las habilidades, los comportamientos y las actitudes" como fundamentales para escoger a qué empleados promocionar.

El inevitable grado de subjetividad en este tipo de decisiones provoca que la plantilla no siempre entienda el porqué de una determinada promoción, generando situaciones incómodas en la oficina.

Así lo cree Noelia de Lucas, directora comercial de Hays España, quien advierte de que una falta de transparencia en la empresa y de evaluación del desempeño pueden producir en un equipo "desmotivación, porque haya entre sus miembros una sensación de desequilibrio, lo que a su vez da alas a la rumorología. En este caso, a la persona que haya recibido una mejora en su salario se la mirará con lupa por parte de sus compañeros, se la fiscalizará".

La solución: transparencia

La única solución posible reside en una buena comunicación, basada en la transparencia, y en que los colaboradores tengan claros cuáles son los factores que determinan una subida de sueldo en la compañía. Por su parte, el profesional promocionado debe demostrar que sólo con su esfuerzo y trabajo se ha ganado esa subida, y evitar pavonearse frente a sus compañeros.

De Lucas recuerda que a veces un fichaje también puede originar desavenencias en la plantilla, "por eso es tan importante comunicarlo debidamente al resto de colaboradores".

Como recuerda Rafael Barrilero, socio de Mercer, "si una organización ha configurado una política retributiva coherente, el equipo sabe a qué atenerse. Si se actúa de forma espontánea o desorganizada se considerará a esa empresa mala empleadora y generará un clima tenso".

En cualquiera de las circunstancias, la incorporación de las nuevas generaciones al mercado laboral supone un reto para gestores y directores de recursos humanos. En este sentido, José Manuel Casado, socio fundador de 2C Consulting, apunta que estos profesionales están imponiendo una mayor presencia de la compensación variable, "de ahí que esté creciendo el número de personas con bonus en función de resultados, y se esté alineando el sueldo con indicadores financieros a medio plazo".

La desigualdad en Europa

  • El salario medio bruto en los 28 países de la Unión Europea (UE) fue, en 2014, de 2.062 euros mensuales.

  • La remuneración media española resulta un 20,8% más baja que el salario medio de los miembros de la UE.

  • España se sitúa en la parte intermedia de la tabla: hay 14 países europeos cuyos salarios medios son inferiores al español, y 13 que tienen remuneraciones mayores.

  • El país europeo en el que más se cobra, en términos medios, es Dinamarca, con un salario de 3.706 euros al mes.

  • El país en el que menos se cobra es Bulgaria, con sueldos de 376 euros, de media.


Actualidad Laboral / Con información de Expansión