Según una encuesta llevada a cabo por Gallup, hasta el 85% de los empleados de todo el mundo no están satisfechos con su trabajo. Esta es una estadística bastante reveladora, especialmente si tenemos en cuenta que para muchos de nosotros, el trabajo ocupa una gran parte de nuestro tiempo y de nuestras vidas. Aceptar un trabajo en el que no te sientas a gusto puede ser realmente negativo para tu vida, sin embargo, la mayoría de las personas creen que cambiar la situación es imposible.


Entonces, ¿qué deberías hacer si realmente odias tu trabajo? Si estás listo para tomar las riendas de tu vida y ponerte manos a la obra para buscar un trabajo que te haga feliz, empieza por hacerte estas preguntas.


¿Por qué odias tu trabajo?


Antes que nada, párate a pensar e intenta averiguar cuál es la verdadera razón por la que odias tu trabajo. Sé lo más específico posible. ¿Es por tu jefe arrogante, por todos los viajes que tienes que hacer o porque simplemente no sientes ninguna pasión por lo que haces?


Lo primero que debes hacer antes de pasar a la acción es comprender lo que te sucede. Al ser específico sobre por qué odias tu trabajo, encontrarás ideas sobre cómo actuar para arreglar o cambiar las cosas que te hacen infeliz.


Averiguar por qué odias tu trabajo también puede brindarte información sobre las cosas que jamás debes aceptar en puestos futuros con el fin de evitar encontrarte en la misma situación.


¿Qué te gusta de tu trabajo?


A pesar de que no te guste tu trabajo en general, seguramente haya algunas cosas que no odies. Por ejemplo, puede que te lleves bien con tus compañeros de trabajo, que de vez en cuando te den un aumento de sueldo o que te guste el sector en el que trabajas.


Hacer un balance de lo que te gusta puede ayudarte a informarte sobre el tipo de dirección que debes tomar para encontrar un trabajo que te haga feliz. Además, también puede ayudarte a decidir qué debes hacer para encontrar ese trabajo.


Por ejemplo, si te gusta tu trabajo pero no tus compañeros, puede que lo que necesites es encontrar una empresa diferente. Por el contrario, si simplemente no te gusta el trabajo que haces, puede que haya llegado el momento de cambiar de sector.


¿Qué podría hacer que te guste tu trabajo?


En un mundo ideal, ¿hay algo que se pudiera cambiar en tu trabajo y que pudiera ayudarte a que te guste más?


Dedícale algo de tiempo a considerar cosas que podrían mejorar realmente la relación con tu trabajo, como poder trabajar en casa dos días a la semana o cambiar de departamento para poder trabajar con un supervisor diferente. Sé específico, ya que lo siguiente que debes considerar es intentar hacer que las cosas sucedan. Lo que nos lleva a la siguiente pregunta…


¿Podrías cambiar las cosas de tu trabajo?


Aunque pedir cosas puede dar miedo, nunca se sabe si no lo intentas. Si has descubierto algunas soluciones potenciales que podrían hacer que tu trabajo encajara mejor con tu vida, considera proponérselas a tu jefe.


Explícale por qué estos cambios tienen sentido no solo para ti sino también para tu jefe, incluyendo cómo estos cambios te convertirán en un empleado mejor y más efectivo. Con la perspectiva de un aumento de la productividad y el rendimiento, es posible que descubras que los jefes están dispuestos a ayudarte a encontrar soluciones beneficiosas para ambos.


¿Puedes cambiar tu propia mentalidad?


Es posible que no seas capaz de controlar muchas de las cosas que pasan en tu vida, sin embargo, tienes el control de tu propia mentalidad y actitud.


¿Qué pasaría si decidieras disfrutar de tu trabajo, incluso si este tiene algunas cosas que no te gustan?


Aunque suena simple, es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Implica una elección consciente para evitar una actitud derrotista, y necesitarás mucha fuerza de voluntad para evitar conversaciones negativas, chismes y quejas.


Sin embargo, un cambio de actitud puede marcar una gran diferencia en el trabajo.


¿Tienes un plan de salida?


Si has decidido que simplemente no puedes seguir con tu trabajo actual y que no hay nada que puedas hacer para sentirte más cómodo haciéndolo, puede que haya llegado la hora de empezar a elaborar un plan de salida.


Debido a que es probable que tengas responsabilidades y no quieras quemar puentes, dejar a tu empresa tirada de la noche a la mañana no suele ser una buena idea. En su lugar, tómate un tiempo para ser táctico sobre una estrategia de salida.


Establece objetivos específicos para lo que quieres hacer y empieza a hacer el trabajo que te llevará allí. Eso puede ser cuestión de empezar a enviar cvs durante tu tiempo libre o de empezar a hacer cursos para mejorar tu formación.


¿Podrías diversificar para ganar más dinero?


Algo que las personas de éxito suelen tener en común es que tienen más de una fuente de ingresos. ¿Podrías empezar a aumentar tu independencia financiera y potencialmente deshacerte de tu trabajo añadiendo algunas fuentes de ingresos adicionales?


Algunas formas comunes de diversificación incluyen invertir en bienes raíces y en el mercado de valores o abrir un negocio. Quién sabe, diversificar puede ayudarte a escapar de un trabajo que odias mucho antes.


Actualidad Laboral / Con información de Ihdol