En un nuevo estudio realizado por la Oficina de la OIT de Actividades para los Empleadores se examina la forma en que la tecnología está afectando los lugares de trabajo en cinco importantes sectores de toda la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental (Asean), y la transformación prevista para el próximo decenio tanto para las empresas como para los trabajadores.

Según el informe ASEAN in transformation: How technology is changing jobs and enterprises (Los países de la ASEAN en transformación: la tecnología como factor de la mutación del empleo y las empresas) las posibilidades de crecimiento y empleo derivadas de las tecnologías avanzadas, tales como la impresión 3D, la robótica y el Internet de las cosas, son apreciables. Más del 60% de las empresas encuestadas estiman que estas tecnologías son positivas para aumentar las ventas, la productividad laboral y el empleo de trabajadores muy calificados.

El estudio, basado en dos encuestas realizadas en toda la Asean a más de 4.000 empresas y 2.700 estudiantes, y en entrevistas cualitativas realizadas a más de 330 actores interesados de la Asean y otras regiones, examina la forma en que la tecnología incide en el empleo en los sectores del automóvil y de las autopartes ; la electricidad y la electrónica ; los textiles, la indumentaria y el calzado; la externalización de procesos comerciales ; y el comercio minorista .

Según el estudio, la era de la robótica ya es una realidad entre los fabricantes de la Asean, que introducen cada vez más la automatización robótica para mejorar la productividad, la calidad, la sistematización y la seguridad en el lugar de trabajo. Un elemento decisivo es que el uso extendido de robots no es sinónimo de automática sustitución de personal. Las tendencias actuales indican que los robots van instalándose aplicando un criterio humano y de colaboración, y pensando en aumentar la productividad de los trabajadores más calificados, y no en sustituirlos.

Ahora bien, en los sectores con alto coeficiente de mano de obra, como el de los textiles, la indumentaria y del calzado, que proporcionan 9 millones de empleos en los países de la Asean, sobre todo a mujeres jóvenes, la situación es diferente. En este caso, los puestos de trabajo para los que se requieren menos calificaciones son particularmente vulnerables a las tecnologías disruptivas, como la impresión 3D y la automatización. Ello podría reducir el crecimiento de las exportaciones, cuando los mercados de destino de Europa y los Estados Unidos se lleven la producción a casa. Ulteriormente, podría haber consecuencias sociales particularmente importantes para algunas economías de la Asean, como Camboya y Vietnam.

El informe advierte de que aunque la sustitución masiva de personal en la ASEAN no sea inminente, las tecnologías irán introduciéndose paulatinamente a fin de sustituir principalmente empleos poco calificados, cuando su coste se reduzca y las innovaciones estén al alcance incluso de las pequeñas empresas. Se estima que 56% del total de empleo asalariado de Camboya, Indonesia, Filipinas, Tailandia y Vietnam es sensible a la sustitución de personal en los próximos dos decenios debido a las tecnologías.

Deborah France-Massin, Directora de la Oficina de la OIT de Actividades para los Empleadores, dijo: “Los países que compiten en salarios bajos tienen que replantear su posición. La ventaja de los precios ya no es suficiente. Los formuladores de las políticas han de forjar un clima más propicio para aumentar las inversiones en capital humano, investigación y desarrollo, y productos de gran valor.”

En el informe se recomienda que los trabajadores cuenten con una formación apropiada y calificaciones fundamentales sólidas que les permitan adaptarse, así como buenas competencias técnicas para manejarse con las nuevas tecnologías y trabajar eficazmente junto a máquinas digitalizadas.

Sin embargo, según el estudio, pese a que las empresas de toda la región buscan cada vez más trabajadores con calificaciones en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, los jóvenes, en particular las mujeres, no optan por este tipo de materias y/o cursos a la hora de elegir un campo de estudio. Sólo el 17 por ciento de las estudiantes encuestadas indicaron que lo hacían.

El estudio subraya el reto que plantea a los formuladores de políticas, las empresas y los trabajadores, al navegar las aguas de los cambios transformadores en los mercados de trabajo, en particular, para idear sistemas de calificación y capacitación que puedan dotar a la población activa del futuro de las competencias técnicas esenciales que necesitará para asumir los cambios venideros.

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