Aproximadamente el 50% de tu “nivel de felicidad” está determinado por características de personalidad que son hereditarias, es decir, la mitad de lo feliz que puedes sentirte está fuera de tu control. Pero eso también significa que el otro 50% depende de ti: relaciones, salud, carrera, entre otros. Así que si siempre estás triste, todavía puedes hacer algunas cosas para ser mucho más feliz. Estas son algunas opciones:


Haz buenos amigos. Es fácil enfocarse en tener una buena relación profesional con socios, clientes, empleados o conexiones, ya que al final eso te sirve para tu negocio. Pero hay una ganancia mucho mayor cuando es una amistad real. Aumentar tu número de amigos se relaciona con el bienestar. En términos de qué tan feliz te sientes, si doblas tu número de amigos va a ser como aumentar tus ingresos un 50%.


Si eso no es suficiente, la gente que no tiene relaciones sociales fuertes tiene un 50 por ciento menos de probabilidades de sobrevivir que los que sí lo tienen. Haz amigos fuera del trabajo, en el trabajo y en todos lados. Pero sobre todo que sean verdaderos amigos, vivirás más tiempo y más feliz.


Expresa tu agradecimiento. De acuerdo con un estudio, las parejas que expresan gratitud tienen una mejor conexión entre ellas, tanto por el agradecimiento como por la persona que lo recibe. Lo mismo es verdad en el trabajo. Dile a un compañero que hizo un buen trabajo y ambos se sentirán muy bien.


Otro método sencillo es escribir algunas cosas por las que estés agradecido todas las noches, un estudio demostró que los que lo hacían una vez a la semana eran 25 por ciento más felices después de 10 semanas. La gente feliz se enfoca en lo que tiene, no en lo que no tiene. Es motivador querer más en tu carrera, relaciones o cuenta de banco, pero pensar en lo que ya tienes y expresar gratitud por eso te hará mucho más feliz.


Persigue tus metas. Las metas que no persigues no son metas, sino sueños y éstos sólo te hacen feliz cuando duermes. De acuerdo con David Niven, autor de “100 secretos sencillos de la mejor mitad de tu vida”, la gente que identifica la meta que persigue está 19 por ciento más satisfecha con su vida y es 26 por ciento más positiva.


Así que agradece lo que tienes y trata de alcanzar más cosas. No compares el lugar en el que estás ahora con el que vas a ver algún día. Compara el hoy con el cómo estabas hace unos días, ahí es donde te darás cuenta de tu avance y estarás más agradecido.


Dedícate a algo en lo que seas bueno. ¿Conoces ese viejo cliché de que un artista se muere de hambre pero es feliz? Resulta que es verdad; los artistas están mucho más satisfechos con su trabajo aunque la paga sea considerablemente menor. ¿Por qué? No estoy seguro, pero creo que entre más disfrutes lo que hagas y más pleno te sientas serás más feliz.


Claro, no es fácil abandonar un trabajo y hacer sólo lo que te gusta, pero siempre puedes hacer más cosas en las que seas bueno. Delega, recurre al outsourcing. Comienza a cambiar lo que haces en áreas que te permitan sacar provecho a tus fortalezas. Si eres un buen entrenador, entra a ese mundo y busca la forma de entrenar a más personas.


Da algo de regreso. Dar algo puede ser más beneficioso para el que da que para el recibe. Dar algo puede ser más beneficioso para el que da que para el recibe. Todos sabemos que siempre se siente muy bien ayudar a alguien que lo necesita, nos recuerda lo afortunados que somos y es un buen recordatorio de lo agradecidos que debemos estar. Además, recibir es algo que no puedes controlar. Si necesitas ayuda, o quieres ayudar, no puedes hacer que otros lo hagan. Pero siempre puedes controlar cuando tú apoyas a otras personas.


No persigas las cosas con un solo propósito. El dinero hace muchas cosas, una de las más importantes es que nos da opciones. Pero después de cierto punto el dinero no hace feliz a la gente. Perseguir las posesiones tiende a hacerte menos feliz. Velo como un síndrome de una casa más grande. Quieres una casa más grande, la necesitas (no realmente, pero eso sientes). Así que la compras, la vida es muy buena hasta que dos meses después ya no la ves como casa grande sino como sólo una casa.


Muy pronto, las cosas nuevas se vuelven normales y ya no nos emocionan. Las cosas nos dan momentos de felicidad, pero para ser más feliz, no persigas las cosas, sino las experiencias.


Más que nada, vive la vida que quieres. Bonnie Ware trabajó con pacientes que sólo tenían unos meses para vivir. El remordimiento más común era “desearía que hubiera tenido el coraje para vivir de acuerdo con mis ideales, no de acuerdo con lo que los demás esperan de mí”. Lo que piensan otras personas, especialmente las que no conoces, no importa. Son tus esperanzas, sueños y metas. Rodéate de gente que te apoye y que les importe tu verdadero yo.


Toma decisiones que sean buenas para ti, di cosas que realmente quieras decir a la gente. Expresa tus sentimientos, detente y huele algunas rosas. Haz amigos y mantente en contacto con ellos. Más que nada, date cuenta que la felicidad es una opción. El 50% de tu felicidad está en tus manos, así que haz cosas que te hagan feliz.


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