Bill Gates ha estado pensando mucho sobre la inteligencia artificial (IA), y ahora ha plasmado esas ideas en papel.


El cofundador de Microsoft ha publicado en su blog una carta de 7 páginas titulada La era de la IA ha comenzado, en la que esboza su opinión sobre el futuro de la inteligencia artificial. En ella escribe que el desarrollo de la IA es "tan fundamental como la creación del microprocesador, el ordenador personal, internet y el teléfono móvil".


La carta llega el mismo día en que Google lanza su chatbot de IA, Bard, que se une a Bing de Microsoft en la carrera armamentística de la inteligencia artificial, y una semana después de que OpenAI, creador de ChatGPT, anunciara la esperada evolución de su modelo de IA, GPT-4.


Gates ya ha hablado en otras ocasiones de su entusiasmo por el futuro de la IA, en concreto de cómo podría utilizarse como tutor en la educación o para proporcionar asesoramiento médico a personas en las que no es fácil acceder a los médicos.


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El multimillonario también reconoce en la carta las preocupaciones que rodean a la inteligencia artificial, incluido el riesgo de que los humanos hagan un mal uso de ella, así como la posibilidad de una IA superinteligente, o "fuerte", que podría "establecer sus propios objetivos" a medida que la tecnología de IA mejore con el tiempo.


En la publicación, Gates profundiza en estas ideas y expone sus pensamientos sobre cómo puede utilizarse la IA como herramienta para mejorar la productividad de las personas, pero también cómo puede ayudar a mejorar las desigualdades globales en el lugar de trabajo, la sanidad y la educación.


"Un trabajador de cuello blanco disponible para ayudarle con diversas tareas"


Respecto a la plantilla laboral, Gates escribe sobre cómo podría utilizarse la IA como "asistente personal digital" para mejorar la productividad de los empleados, una idea de la que ya habló en febrero. La IA, integrada en herramientas de trabajo digitales como Microsoft Office, podría ayudar a gestionar y redactar correos electrónicos, señala.


Estos "agentes personales" generados por la IA, equipados con amplios conocimientos y datos sobre su empresa y su sector, también podrían servir de recursos para que los empleados se comunicasen con ellos, afirma.


"A medida que se abarate la potencia de cálculo, la capacidad de GPT para expresar ideas será cada vez más como tener a un trabajador de cuello blanco disponible para ayudarte con diversas tareas", compara.


Un ayudante digital para el personal sanitario


Sobre el sector sanitario, Gates escribe que la IA podría liberar al personal sanitario de ciertas tareas, como la presentación de reclamaciones al seguro, la realización de papeleo y la redacción de las notas de las visitas al médico.


En el caso de los países empobrecidos, donde "muchas personas no acuden nunca al médico", la IA podría permitir a los profesionales sanitarios ser más productivos con los pacientes que atienden. Es posible que la IA ayude también en el tratamiento de pacientes que no viven cerca de centros sanitarios, apunta el fundador de Microsoft.


La IA ya se utiliza en la sanidad para analizar datos médicos y diseñar fármacos, pero la próxima oleada de herramientas de IA podría ayudar a predecir los efectos secundarios de los medicamentos y calcular las dosis.


En cuanto a los cultivos y el ganado en los países pobres, Gates sugiere que la IA podría ayudar a diseñar semillas adaptadas a los climas locales y desarrollar vacunas para el ganado, avances que podrían ser especialmente importantes "a medida que el tiempo extremo y el cambio climático ejercen aún más presión sobre los agricultores de subsistencia en los países de bajos ingresos".


Los profesores no van a desaparecer, pero tendrán que adaptarse


 Gates pronostica que la IA podría transformar la educación en los próximos 5 a 10 años al ofrecer contenidos adaptados a los estilos de aprendizaje de los alumnos y también al saber qué motiva a cada estudiante y qué le hace perder interés por las asignaturas.


La inteligencia artificial también podría ayudar a los profesores a planificar la enseñanza y evaluar la comprensión de los temas por parte de los alumnos.


"Incluso cuando la tecnología esté perfeccionada, el aprendizaje seguirá dependiendo de las buenas relaciones entre alumnos y profesores. Mejorará —pero nunca sustituirá— el trabajo que estudiantes y profesores hacen juntos en el aula", publica.


Gates escribe que la IA también tendría que ser igualmente accesible para las escuelas de bajos ingresos en EEUU y en todo el mundo "para que los estudiantes de hogares de bajos ingresos no se queden atrás."


Asimismo, los profesores tendrán que adaptarse a que los alumnos utilicen nuevas tecnologías en el aula, como la GPT. Gates cita un ejemplo de profesores que permiten a los alumnos utilizar GPT para escribir un primer borrador de un ensayo que luego tendrían que personalizar en borradores posteriores.


"Para sacar el máximo partido de esta nueva y extraordinaria tecnología, tendremos que protegernos de los riesgos y difundir sus beneficios al mayor número de personas posible", concluye.


Actualidad Laboral / Con información de Business Insider