04-09-2017
Las brechas salariales dentro de una empresa y entre sectores también reflejan la inequitativa distribución del ingreso, diferencias en el conocimiento y el nivel de desarrollo de un país.

No es una brecha. Es todo un abismo salarial. En Colombia el presidente de una compañía de primer nivel gana en un mes, y en promedio, hasta 30 veces más dinero que un operario de la misma organización.

Así lo señaló a El Colombiano Lorenzo Ruiz Ortiz, director Nacional de la Investigación de Salarios y Beneficios que elabora la Federación Colombiana de Gestión Humana (Acrip).

Guardando la reserva sobre los nombres de los encuestados, Ruiz dijo que mientras, en promedio, un trabajador de las 1.055 empresas que monitorean recibe dos salarios mínimos legales mensuales, al presidente le llega 30 veces esa suma, o sea del orden de 60 salarios mínimos.

Con la salvedad de que hay remuneraciones más altas, lo anterior significa, en plata blanca, que mientras al empleado de la base de la pirámide lo remuneran con un millón 770.520 pesos, a la cabeza de la firma le pagan 106 millones 231.200 pesos.

Muchas son las variables que explican esas distancias salariales. Tal es el caso, por ejemplo, de los niveles de formación, la experiencia y la responsabilidad del ejercicio del cargo.

El analista agregó que en estas altas posiciones el cumplimiento de los objetivos es más exigente y los índices de rotación son muy bajos.

Según Ruiz, a nivel de presidentes no tienden a ser muy amplias las diferencias en sus remuneraciones, cuando el análisis se hace entre ejecutivos de empresas nacionales y los de las multinacionales. La excepción son las cabezas de estas organizaciones que traen de otros países y cuyos salarios se manejan desde las casas matrices (ver gráficos).

¿Cómo van ahí los jefes?

En su última encuesta, Acrip reveló que, en el promedio nacional, un jefe recibe como ingreso básico 7 millones 286.769 pesos. En el otro extremo se encuentran los operarios, con una suma de un millón 205.950 pesos.

La mirada por regiones mostró cosas interesantes. En el país, los jefes mejor remunerados están en Bogotá, con un ingreso de 8 millones 5.318 pesos. Y los que menor paga reciben se ubican en los santanderes, con 4 millones 463.445 pesos.

En ese mismo ranquin, los jefes de Antioquia ocupan la tercera casilla, pues su remuneración de 7 millones 303.389 pesos resulta ser inferior en 328.438 pesos mensuales a la que reciben sus homólogos del Atlántico.

En el caso de los operarios, los salarios más bajos están en la zona cafetera, en donde Acrip reportó un promedio salarial de 1 millón 25.014 pesos, que fue menor, inclusive, al promedio nacional.

Curiosamente, Bogotá, líder en el pago de los jefes, no mantiene esa posición en la remuneración básica de los operarios: un millón 179.772 pesos. En ese nivel, el sitial de privilegio se lo llevó el Atlántico, con 1 millón 391.788 pesos de asignación. Hasta Bolívar terminó por encima de la capital en esa variable.

Brechas entre sectores

Si a la hora de trabajar para un tercero, a usted lo que más lo mueve es la plata, mire con detenimiento estos otros resultados de la encuesta de Acrip.

De acuerdo con el gremio, los mejores salarios del país se pagan en empresas de servicios públicos, minería, energía e hidrocarburos, farmacéuticas, servicios financieros, seguros y de consumo masivo.

A su turno, las menos atractivas, salarialmente, son hotelería y turismo, temporales y outsourcing (tercerización de servicios), textiles, confecciones y calzado.

De otra parte, Acrip evidenció un punto a favor del sector público. Este año los funcionarios tuvieron incrementos salariales, promedio, del 6,75 %. A los docentes les fue mucho mejor, pues su alza fue del 8,75 %. Tales incrementos contrastaron con los registrados en el sector privado, que promediaron 6,65 % (ver Dicen de...).

Tales cifras tienen sus implicaciones. A julio de 2017, la inflación de los últimos doce meses marcó 3,40 % y en lo corrido del año fue del 3,30 %. Por lo tanto, quienes tuvieron alzas salariales más jugosas, sencillamente la inflación les quitó menos poder de compra a sus ingresos.

Por ciudades, los mejores incrementos salariales se hicieron en Bogotá, pues fueron en promedio del 6,71 %. Cali ocupó el segundo lugar en el país (6,67) %, seguida de Medellín (6,65) y Barranquilla (6,58).

De cara al 2018, el director de la investigación de Acrip pronosticó que a juzgar por las tendencias de las últimas investigaciones del gremio sobre salarios y en razón del panorama económico colombiano, al cierre de este año la inflación podría terminar cerca del 4,35 %: “El aumento del salario mínimo del próximo año puede oscilar entre el 5,54 % y el 5,23 % para los salarios del sector privado, en general”.

Estas estimaciones animan desde ya el debate sobre el alza del salario mínimo que buscarán concertar empresarios, trabajadores y Gobierno en diciembre .

Actualidad Laboral / Con información de El Colombiano