19-12-2022

El comercio global, uno de los sectores económicos más afectados desde hace más de dos años tras la pandemia, entró en un proceso de desaceleración hacia el final del 2022 e inicio del 2023, explicado en parte por los múltiples choques macroeconómicos como la guerra en Ucrania, los altos precios de los energéticos y la cruzada de los bancos globales por incrementar sus tasas de interés para controlar la inflación.


Sobre estos pronósticos coinciden dos de las principales organizaciones multilaterales del sector, como la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Conferencia de las Naciones Unidas para la Cooperación y el Desarrollo (Unctad).


La primera lo expresa en su más reciente barómetro comercial, su instrumento de medición bimensual. En la edición más reciente de noviembre, la vara de medicón cayó a 96,2 puntos desde los 100 puntos, el estándar base, “sugiriendo esta desaceleración del comercio mundial” en línea con los pronósticos de la organización.


Para la OMC, el comercio mundial de mercancías crecería 3,5% en 2022, no obstante hacia 2023 será un crecimiento de 1%.


Entre sus razones, además de las archiconocidas -como la guerra en Ucrania-, el rol de China juega un papel fundamental en la demanda de importaciones, especialmente desde regiones como América Latina y el Caribe. Pero las previsiones podrían cambiar ante el viraje del gigante asiático en su política de covid cero, sin embargo aún restan meses para evidenciar estos efectos.


Volviendo al barómetro de la OMC, este está conformado por seis indicadores, de los cuales ‘órdenes de exportaciones’, ‘carga aérea’ y ‘componentes electrónicos’ están por debajo del estándar de 100 puntos.


“Combinados, estos sugieren un enfriamiento en la demanda de negocios una débil demanda de importaciones”, apuntó el organismo.


Actualidad Laboral / Con información de Portafolio