29-07-2015
Desde hace por lo menos dos años que la industria vitivinícola argentina denuncia una fuerte baja de su rentabilidad y la pérdida de mercados externos, como el de Brasil.

El sector que vivió en la década pasada un verdadero auge y profesionalización de la actividad, con un posicionamiento muy fuerte en mercados como el de Estados Unidos, hoy es testigo de una profunda crisis por la cual peligran los empleos de más de 150.000 mendocinos.

La suba de costos provocó además que el 20% de las fincas de la provincia argentina de Mendoza estén abandonadas, ya que es más caro trabajarlas que el rédito económico que se obtiene, según informó el portal La Política Online.

"El gobierno nacional olvidó el campo, desplazó la ruralidad", dijo al mencionado portal Caros Ianizzotto, titular de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas y representante local de Coninagro. Apuntó a la gestión provincial de Paco Pérez, por no haber tomado las medidas suficientes para evitar el sobre stock de vino que atraviesan los medianos y pequeños productores.

Ni la Provincia ni el Instituto Nacional de Vitivinicultura previeron que las cosechas récord de hace dos años derivarían en este problema, porque en ese momento el mercado internacional se mostraba dinámico. Con el cambio de la demanda, las grandes bodegas que se habían stokeado de materia prima hoy la tienen inmobilizada.

A su vez, Ianizzotto, exigió al Gobierno provincial que "sancione a los 'trasladistas' que no enviaron 150 millones de litros de vino para hacer mosto como lo indica el acuerdo entre Mendoza y San Juan".

El convenio al que se refire Ianizzotto, fue suscripto hace dos meses entre ambas provincias, y estipulaba que ese vino debería ser enviado para ser destilado. Pero eso nunca sucedió, y los bodegueros deberían pagar multas que equivalen a un peso por cada kilo de uva que recibieron para elaborar. "Hoy le deben al Estado varias decenas de millones de pesos", indicó Ianizzotto a La Política Online.

Respecto al peligro que corren los puestos de trabajo, el ruralista indicó que "no va a existir una explosión de falta de trabajo sino que se perderán poco a poco, gota a gota, lo mismo pasará con las bodegas, y esto repercutirá en la economía de todos los mendocinos".

De acuerdo a este referente de la industria, "los únicos que pueden aguantar la crisis son los mega emprendimientos que hicieron sus inversiones en el Valle de Uco y profundizaron la concentración económica, que es el modelo que se impone".

Por su parte, Mario Leiva, presidente de la Sociedad Rural del Valle de Uco, afirmó que "el productor primario de Mendoza está fundido".

"La situación es difícil porque los que se van no tienen qué decirnos y los que vienen no saben qué hacer, estamos complicados y queremos fijar una agenda de acción pero esta transición está siendo muy larga", agregó en relación a los casi seis meses que pasarán desde las elecciones provinciales que definieron a Alfredo Cornejo (UCR) como gobernador electo, el 21 de junio, y la toma del poder, el 9 de diciembe.

"Podemos cortar una ruta o hacer protestas, pero esto no trae ninguna solución. Es espantoso lo que está pasando con la producción agropecuaria de Mendoza. Estamos perdiendo productores, perdiendo movimiento económico. Mmuchas Pyme están dejando de funcionar y se está dando una concentración económica", describió.

Algunas de las medidas que sugiere Leiva para mejorar la situación de la vitivinicultura en Mendoza son "debatir las cargas sociales, la presión impositiva, cómo financiamos a la producción y se repone el capital de trabajo. Y lo más importante: cómo hacemos competitiva a la producción sino quieren tocar el dólar". En esa línea, pidió subsidiar la actividad, como se hace, por ejemplo, con el fútbol o el transporte.

Actualidad Laboral / Con información de IProfesional