Desde su creación en 1957, la Fundación La Salle de Ciencias Naturales ha dedicado sus esfuerzos a formar de manera integral a los ciudadanos, a generar conocimiento a través de la investigación y a utilizar ese conocimiento para desarrollar actividades que permitan la autogestión.

“(Es) un modelo que tiene 57 años y que realmente cuando nadie en Venezuela hablaba de emprendimiento ya Fundación la Salle estaba formando los muchachos en oficios”, dice Noé Martínez, Director Nacional de Extensión-Producción de esta fundación.

En 12 campos ubicados en ocho estados del país, la Fundación La Salle imparte educación especializada en temas marítimos, de agricultura y cría. Se trata de “un modelo que se sustenta en aprender haciendo” dice Noé Martínez, quien precisa que este modelo ha buscado desarrollar áreas específicas, dependiendo de las características, ubicación y de los recursos naturales de las localidades donde se imparte.

 



 

Más de 20.000 profesionales han egresado de los institutos universitarios y más de 12.000 de las escuelas técnicas de esta fundación. Además, ésta cuenta con dos Centros de Atención Laboral, ubicados en los Valles del Tuy en el Estado Miranda, y Boconó, en el Estado Trujillo, de los que han egresado mil personas formadas en distintos oficios.

La idea es que los estudiantes reciban en las aulas una formación en ciencias y oficios y  que al salir al campo productivo puedan desarrollar por sí mismos iniciativas y modelos de negocio que les permitan atender sus necesidades y las de su familia y al mismo tiempo, los requerimientos de sus comunidades. Sin embargo, Martínez expresa que han identificado que un número importante de quienes egresan de los institutos y escuelas de la Fundación la Salle se desempeñan como empleados de grandes empresas del sector agrícola.

“Lo que estamos es buscando que esta técnica que aprenden en los salones de clase se puede convertir en un modelo que podría generar un ingreso a esa familia de ese estudiante, entonces lo que estamos haciendo es complementar ese saber ancestral que tienen las familias con las ciencias modernas”, dice Martínez.

 



 

Por esta razón, una de las metas de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales para 2015 es utilizar su experiencia, talento humano y recursos académicos y de extensión para incrementar la preparación de microempresarios en sus áreas de formación, incorporando los nuevos conceptos, modelos y tendencias de emprendimiento.

Este año se proponen poner en funcionamiento incubadoras de empresas en cada uno de los campos con los que cuentan en Margarita, Guayana, Boconó, San Carlos y Caracas. La meta es acompañar a lo largo de 2015 diez proyectos en cada uno de esos centros.

“Hemos decidido que nuestra experiencia le da una marca definitiva a este tema de emprendimiento de Fundación La Salle, y por eso nosotros decimos que el emprendimiento que estamos fomentando en este momento es un emprendimiento socio ambiental; es decir, viene de una gran intervención del tema sustentable que toda la población desea”, afirma el Director Nacional de Extensión-Producción.

Para el desarrollo de esta nueva meta, han decidido acudir a dos fuentes de financiamiento: los programas de responsabilidad social de las empresas del sector privado y los programas de apoyo que ofrecen los distintos entes multilaterales. También se proponen vincularse de manera más activa con otras instituciones y organizaciones encargadas de impulsar en el emprendimiento en el país.

Actualmente 8.000 estudiantes se están preparando en las aulas de los distintos centros de la Fundación La Salle. Ellos reciben si lo desean, un curso de 40 horas en los que se les imparten conceptos y herramientas para emprender.

“Lo que hemos estado haciendo es un poco generar ese cambio de concepto de decir tú puedes salir formado de esta institución con valores humano-cristianos, con sensibilidad social, con conciencia ambiental, con un oficio, pero adicionalmente puedes empezar a formar tu microempresa”, dice Martínez.

En la Fundación La Salle de Ciencias Naturales consideran que el emprendimiento es fundamental para materializar el desarrollo integral del ser humano que ha venido promoviendo. “Ese desarrollo integral tiene varias aristas, nuestros valores humano cristianos, la formación en oficios y en carreras técnicas, el arraigo en el país pero nosotros consideramos que si no complementamos eso con una herramienta que le permita a la personas hacerse responsable de su propio desarrollo, que en este caso sería económico, para complementar su desarrollo integral, no vamos a lograrlo plenamente”, destaca Noé Martínez.

Fotografías:  Cortesía Fundación La Salle de Ciencias Naturales

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