20-10-2021

La precariedad laboral, los problemas de formación, las dificultades para emanciparse o los bajos salarios son los múltiples inconvenientes ante los que se encuentran los jóvenes españoles hoy en día. Tanto es así, que el 16,9% de los 3,54 millones de parados contabilizados en el país al finalizar el segundo trimestre de 2021, son jóvenes menores de 25 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).


Desde Adecco, empresa especializada en el desarrollo de soluciones en Recursos Humanos, se llevó a cabo una encuesta de más de 4.700 jóvenes para conocer los obstáculos que se encuentran los estudiantes a la hora de acceder a su primer empleo y las perspectivas de futuro que tienen tras dejar atrás la vida universitaria.


De los encuestados, seis de cada diez opinan que la universidad no les prepara para poder enfrentarse al mundo laboral con éxito, mientras que tan solo un 8,8% creen que esta institución si los prepara ante esta situación.


Es por ello que el aterrizaje dentro del mundo laboral se afronta como algo difícil para el 43% de los encuestados, ya que dar ese paso tras finalizar sus estudios les genera muchas inseguridades a casi tres de cada diez jóvenes.


En este sentido, los universitarios opinan que la facultad debería participar de forma más activa para mejorar su inserción en el mundo laboral. Tres de cada cuatro jóvenes creen que la universidad tendría que fomentar la realización de prácticas en empresas, aumentar el asesoramiento en la búsqueda de empleo, así como la orientación laboral.


De cara a las salidas profesionales que tienen estos jóvenes, uno de cada tres reconoce que nadie dentro de su centro de estudios les ha aconsejado para poder elegir su futuro laboral. Tan solo el 11,9% si ha encontrado dicho asesoramiento en la universidad, ya sea a través de tutores o formaciones creadas expresamente para ello.


Asimismo, los universitarios encuestados opinan que se deberían impartir un mayor número de formaciones que tengan relación con las denominadas habilidades blandas o soft skills, como la inteligencia social o emocional, rasgos de la personalidad y capacidades de comunicación, entre otras.


Con respecto a los estudios impartidos en la universidad, el 25,7% de los jóvenes considera que estos centros educativos tendrían que ofrecer más conocimientos teóricos que se ajusten a las necesidades reales de las empresas, que les preparen para el mundo laboral.


Jóvenes consideran que el mercado laboral es demasiado exigente


Además de que el aterrizaje dentro del mundo laboral ya supone para cuatro de cada diez jóvenes una tarea difícil, el 83,1% considera que las demandas de este mercado son demasiado exigentes para los que acaban de terminar sus estudios universitarios, frente al 16,9% que no lo ve así.


Una de las preocupaciones principales que aborda a casi el 70% de estos jóvenes es que no puedan desarrollarse de manera profesional dentro de la empresa que los contrate, así como seis de cada diez señala como preocupante no encontrar una conciliación adecuada entre la vida personal y profesional.


Con el objetivo de encontrar ese trabajo soñado, un 77,3% creen que el factor de inflexión que más puede ayudarles es tener un uso avanzado de nuevas tecnologías, así como seis de cada diez le da importancia al conocimiento avanzado de idiomas y a la demostración de habilidades blandas. Tan solo el 16% de estos jóvenes creen que las notas obtenidas en la universidad puede influir como mayor factor diferencial.


Pero, ¿qué sería un trabajo ideal para estos jóvenes? El 39,4% opina que sería aquel puesto que además de que le gustase, le permitiese desarrollarse como profesional, mientras que otro 37% cree que el empleo ideal será el que le permita conciliar la vida personal y profesional. Por último, solo para el 23,6% sería aquel empleo cuyo salario le permitiese desarrollarse personalmente.


Actualidad Laboral / Con información de La Razón