Lope Mendoza dio sus primeros pasos en su carrera empresarial en 1963, al incorporarse a Materiales Mendoza, una compañía de su familia. “Desde que yo era estudiante de bachillerato, en las vacaciones trabajaba en Materiales Mendoza, que en esa época tenía una sucursal en Chacaito, donde hoy en día está el Centro Comercial Chacaito. Ahí comencé en el departamento de pinturas como vendedor”, recuerda.

A partir de ese momento ocupó varios cargos en otras empresas del grupo familiar como Venezolana de Alimentos y Sherwin-Williams, que luego pasó a llamarse Corporación Grupo Químico. Fue en esta última organización donde desarrolló la mayor parte de su carrera. Ejerció su presidencia y actualmente es el consejero/director de la junta directiva.

Mendoza, quien es Administrador Comercial, asegura que aunque siguió los pasos de su padre y de su tío en las empresas de la familia, no desarrolló su carrera exclusivamente por circunstancias familiares o por obligación, sino porque realmente sentía interés y vocación hacia ésta. Destaca que en esta trayectoria de más de 50 años ha aprendido de los aciertos y de los errores cometidos.

Según su experiencia, uno de los aspectos que ha mejorado durante las últimas décadas, es la relación entre las empresas y su capital humano. Destaca que en algunas organizaciones se ha logrado que esta relación sea estrecha y que esto ha redundado en beneficio de todas las partes. Destaca que a los trabajadores hay que escucharlos. “A veces hay reclamos que son justos, en cosas que no están funcionando como debe ser dentro de la empresa. También, antes había como la idea de que ‘al trabajador no le cuentes cómo va la empresa, al trabajador no lo involucres, no se te ocurra decirle eso al sindicato’, hoy en día nosotros y miles de empresas somos un libro abierto”, asegura.

Destaca además la importancia de adelantar programas de apoyo a los trabajadores desde el punto de vista educativo y para la atención de la salud de ellos y de su familia.

El empresario considera fundamental formar al personal no solamente para lograr un mejor desempeño en la compañía para la que presta servicio, sino también para que pueda llegar a emprender. “Buscando esos líderes que tú tienes dentro de la organización, se deben preparar profesionalmente para que vayan ascendiendo(…). Apoyarlos, y ayudarlos en cursos. Cosas tan sencillas como la contabilidad, la elaboración de un presupuesto, cómo hacer un balance, cómo mercadear, eso es lo que hay que hacer con esas generaciones jóvenes”, dice.

Otro aspecto que a su juicio ha variado con el paso del tiempo, es la responsabilidad social empresarial. “En esa época, quizá lo poco que se hacía era con tus propios trabajadores, hoy tú ves cómo las empresas lo están haciendo con la comunidad donde están ubicadas”, expresa.

Lope Mendoza recuerda que ya cuando había empezado a trabajar en las empresas de su familia, su tío Eugenio Mendoza Goiticoa, lo conminó a involucrarse en temas de responsabilidad social. Es así como llega a la junta directiva de la Fundación Venezolana contra la Parálisis Infantil, y con la experiencia adquirida posteriormente fue presidente durante cuatro años de la Federación de Instituciones Privadas de Asistencia al Niño, el Joven y la Familia (FIPAN), y llegó a participar en la directiva del Instituto Nacional del Menor, durante el periodo de gobierno de Jaime Lusinchi.

Mendoza también ha dedicado tiempo y esfuerzo a la actividad gremial. Fue presidente de la Cámara de Integración Económica Venezolano Colombiana (CAVECOL) entre 1996 y 1999, ocupó la presidencia de la Confederación Venezolana de Industriales (CONINDUSTRIA) en el período 2001-2005, y fue primer vicepresidente de FEDECAMARAS entre 2009 y 2011.

Además fue presidente del Capítulo Venezuela del Consejo de Empresarios de América Latina (CEAL), y miembro de la junta directiva del Consejo de Empresarios Venezuela- Estados Unidos (CEVEU).

A partir de su experiencia, Lope Mendoza destaca que los gremios empresariales son importantes para la sociedad. “Aportan al país en primer lugar, la defensa de la empresa privada, las libertades económicas”, dice.

Sin embargo, aspira a que en estas organizaciones exista mayor participación de los altos ejecutivos de grandes empresas.

Actualidad Laboral/JM