Se trata de una empresa familiar a la que ya se están incorporando miembros de  la tercera generación.

Fundada en 1958  por  Salomón Cohen, Constructora Sambil  ha dejado una huella en la arquitectura y en el sector inmobiliario venezolano.

En sus inicios, la organización se dedicó exclusivamente a la construcción de viviendas y de edificios para oficinas. Luego incursionó en la construcción de hoteles y de centros comerciales.

A lo largo de su historia, esta empresa ha construido alrededor  de 150 edificios para viviendas, fundamentalmente en el área metropolitana. En su portafolio también se incluyen infraestructuras con fines comerciales como la Torre La Primera, en Campo Alegre; la Torre Corp Group, en la Castellana; la Torre Alfa, en la Candelaria; el Centro Lido,  la Torre 3M, y el Centro Empresarial Galipán, en el Rosal; y  la Torre Credicard en Chacaíto.

En la década de los 90 Constructora Sambil empezó la edificación de hoteles. Actualmente cuenta con  ocho infraestructuras de este tipo, distribuidas en varias ciudades del país. Conforman la cadena Lidotel, que se caracteriza por su estilo boutique.

En esta misma década, la  empresa inició la construcción de centros comerciales. En 1998, en Caracas,  se edificó el primer centro comercial Sambil. Pionero en su estilo. Caracterizado por albergar en una amplia infraestructura,  tiendas, feria de comida, espacios destinados a la diversión, y  establecimientos de servicios como bancos, telefonía  y otros, dirigidos a atender en horario extendido,  las demandas que tradicionalmente se atendían en horario de oficina.

A partir de ese momento se construyeron otros seis centros comerciales con este nombre en distintas ciudades del país.

Alfredo Cohén, miembro de la directiva de Constructora Sambil, destaca que en esta empresa se preservan y comparten los valores de la familia, como la honestidad.

Señala que la creatividad, la intención de ser líder  en el mercado y el compromiso con el país, son otras de las características, que distinguen esta organización.  Cohen atribuye a la confianza y a la inversión en Venezuela el éxito alcanzado por la empresa desde su nacimiento. “Yo creo que una de las cosas para extender el éxito, es que supimos reinvertir nuestras utilidades, lo que ganábamos  supimos reinvertirlo y dejar dinero aquí en Venezuela”, dice.

Sin embargo, el trabajo de Constructora Sambil ha cruzado las fronteras venezolanas y ya existe  una obra con su firma en República Dominicana, y otra en construcción en Curazao. “Nosotros tenemos el orgullo de decir que tenemos un equipo de arquitectos e ingenieros venezolanos que son los que nos han hecho nuestros centros comerciales, y como nosotros tenemos un producto exitoso, quisimos traspasar nuestras fronteras  y mostrar ese producto exitoso, lo que tenemos en Sambil Venezuela, a otros países como Curazao, Puerto Rico, República Dominicana, Colombia… donde vayamos”, dice Alfredo Cohén.