Perspectivas
¿Precios Justos?


Hoy me levanto y como cualquier otro día lo primero que hago es revisar las noticas en twitter. Veo con sorpresa (sí, aún no pierdo la capacidad de asombro) que ayer Nicolás Maduro anunció que hoy anunciaría –valga la redundancia- precios regulados de vehículos y otros 50 productos. Así, como en una novela por capítulos. Abro la noticia y mi asombro crece al ver que la “ofensiva” persigue reactivar la producción. ¿Ofensiva contra quién? Me pregunto si realmente habrá alguien que se crea que bajando precios se reactiva una producción que está paralizada por falta de materia prima o porque sencillamente los números no dan.

Como cualquier otro día me dispongo a zanquear entre supermercados, abastos, farmacias y más supermercados los productos básicos que desde hace tiempo no se consiguen: papel toilette, leche, papel absorbente, aceite, pollo, carne, café, harina de trigo, harina de maíz, en fin… No consigo nada. Cuando llego a la farmacia de la cual vi salir a un señor con dos paquetes de papel toilette, ya no hay para mí. Me dicen que apenas llevaron unos pocos bultos y que en diez minutos se acabó. Busco compotas (o colados) y, por supuesto, no aparecen. Desde hace más de tres meses no veo ni una sola compota en los múltiples supermercados y farmacias que me toca visitar en esta perenne caza de productos. Y resuena en mi cabeza el anuncio de Maduro diciendo que va a regular los precios de cincuenta productos que luego sabremos cuales son… Bueno, espero que esa regulación implique ajustar el precio de las compotas, pues desde hace más de un año cuestan lo mismo: Bs. 5. Después de la mega devaluación siguen costando Bs. 5 (en teoría pues ya sabemos que no existen en el mercado) Y de nuevo me pregunto, ¿qué se persigue con todo esto de los precios justos?

Precios justos no es regular el precio de los automóviles cuando ni siquiera hay materia prima para ensamblar las partes que los componen. Tampoco lo es ponerle precio a las cabillas o cemento que no se consiguen. Esa “ofensiva” (vaya nombre!) no puede reactivar la producción sino más bien terminar de destruirla. ¿Es eso lo que se quiere?

¿Cómo podemos ser productivos si tenemos que invertir horas haciendo colas para tratar de conseguir los productos más básicos? (tanto a precio de “abastecimiento seguro” como a “PVP”)  ¿Cómo puede fortalecerse la producción en un país donde los trabajadores no pueden trabajar la jornada completa porque si no salen de día la inseguridad los mata, literalmente? ¿Cómo podemos ser productivos si a los empresarios les suben los costos pero no les dejan subir precios? ¿Quién va a producir un bien a pérdida si ni siquiera se le permite compensar con otros productos más rentables? ¿Cómo podemos ser productivos si el sistema premia al trabajador que peor se porta?

Señores del Gobierno: si lo que de verdad quieren es reactivar la producción, resuelvan los problemas de fondo. Para eso se requiere mucho más que 11 motores: se necesita disposición y buena voluntad. El maquillaje no sirve como medida política y mucho menos económica (no en vano el precio de los bonos bajó después de esos genéricos anuncios!) Aprovechen las “mesas de diálogo” con los empresarios. Óiganlos no como enemigos sino como aliados. Para que existan precios justos, de verdad verdad, hay que investigar y resolver las causas por las cuales dejó de producirse algún bien. No sirve de nada entablar “ofensivas”, amedrentar, castigar, reprimir, prohibir, ni fijar a dedo un precio simbólico de un producto que NO HAY.

Emma Neher / Abogado

@EmmaNeher