El teletrabajo, como una forma de trabajo a distancia, se ha constituido como un modelo de organización en las empresas como alternativa a la organización tradicional. “Al igual que en la modalidad de trabajo presencial, las empresas tienen la obligación de proteger la seguridad y salud de sus trabajadoras y trabajadores por lo que su Plan de Prevención -de riesgos en el trabajo- debe tener en cuenta esta modalidad, y adaptarse a la misma”, ha explicado José Luis Cebrián, responsable de Prevención de Umivale.


Para facilitar esta labor, deberían preparar una guía técnica que recoja los principales factores de riesgo, derivados del teletrabajo y detalle, una serie de recomendaciones preventivas frente a los mismos. “La evaluación de riesgos laborales debe tener en cuenta los riesgos característicos de esta modalidad, como los generales del espacio de trabajo, los riesgos ergonómicos, los derivados de agentes físicos como la iluminación o temperatura. Así como los riesgos organizacionales y psicosociales que pueden derivar del aislamiento, el tecnoestrés o de la no delimitación del tiempo de descanso”, ha apuntado Cebrián.


La empresa debe obtener toda la información acerca de los riesgos a los que está expuesta la persona que teletrabaja. Una evaluación de riesgos que debe alcanzar, únicamente la zona habilitada para la prestación del servicio, no del total de la vivienda. “Si la obtención de dicha información exigiera la visita, por parte de quien tenga las competencias en materia preventiva; deberá emitirse un informe escrito que justifique dicha necesidad y contar con el permiso de la persona trabajadora. Si no se concediese dicho permiso, la empresa deberá desarrollar la actividad preventiva en base a la información recabada del trabajador, según las instrucciones del servicio de prevención”.


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La empresa debe informar y formar respecto a los riesgos laborales relacionados con el puesto de trabajo a todos sus trabajadores, independientemente de la modalidad. Una formación que debe incluir como mínimo, información sobre los riesgos que pueden presentarse, las medidas de prevención y protección a adoptar. Así como aspectos organizativos (herramientas y canales de comunicación y de gestión de incidencias, por ejemplo); además de información sobre, cómo actuar en situaciones de riesgo grave e inminente.


Principales riesgos derivados del teletrabajo


Aquí una guía con los principales riesgos a los que se puede exponer una persona, que desarrolla su actividad a distancia; englobados en tres grupos:


- Trastornos musculoesqueléticos (TME’s) derivados del propio ambiente de trabajo y las condiciones de la vivienda. Para evitarlos, se deberán tener en cuenta aspectos relativos al diseño ergonómico del puesto de trabajo; asociados a la mesa o superficie de trabajo (como la altura y superficie idónea, siendo especialmente importante que permita la movilidad de las piernas). La silla, teclado o reposapiés, entre otros.


- Fatiga visual generada por el uso de pantallas de visualización de datos. Se puede evitar con una adecuada iluminación, evitando reflejos y deslumbramientos; y con la adecuada colocación de la pantalla en altura y ángulo de visión.


- Derivados de la organización del trabajo. Habilitar una zona aislada y específica en la vivienda, planificar las tareas y establecer un calendario con los tiempos de trabajo. Evitar realizar tareas domésticas durante el tiempo de trabajo y desconectar fuera de la jornada laboral.







Actualidad Laboral / Con información de RRHH Digital