Mantener a flote una empresa joven es una lucha diaria. Los desafíos y obstáculos vienen de todas direcciones: puede que tengas que lidiar con acceso limitado al capital, un equipo pequeño y sobrecargado de trabajo. O falta de reconocimiento en un mercado posiblemente saturado, y falta de comprensión generalizada sobre el negocio o la tecnología, entre otros factores.

Tu personal y los inversionistas tienen expectativas elevadas, y tú también debes establecer altos estándares para ti mismo. Mantener la motivación y energía elevada en la oficina es un desafío constante; especialmente, cuando todos saben que estás exhausto y ansioso. Esto genera una cantidad increíble de presión y estrés, que recae sobre los hombros de los fundadores, que luchan contra la duda de sí mismos diariamente.

Sin embargo, dirigir tu propio negocio también puede ser increíblemente gratificante. Cada viaje emprendedor tiene sus altibajos. Si puedes encontrar el camino correcto, y perseverar a través de los obstáculos, puedes lograr cosas que nadie ha hecho antes; y tus esfuerzos pueden rendir cientos de veces. Estos dolores de crecimiento valen la pena para tu propio desarrollo personal.

Los fundadores fuertes que logran superar las etapas iniciales del emprendimiento, suelen presentar ciertas características clave. Los nuevos emprendedores pueden beneficiarse al hacer suyos estos tres valores o estándares clave:

1- Habla con tu corazón para seguir tus pasiones

Tu viaje fundacional será mucho más fácil, cuando estés siguiendo un sueño en el que realmente crees. Como bonificación, también podrás lograr que tu equipo sea más apasionado. Cuando te enfrentes a decisiones difíciles, habla con tu corazón para obtener orientación.

2- Sé valiente y atrévete a hacer cosas difíciles

Si escuchas a tu corazón, obtendrás una respuesta, y tu próximo curso de acción será claro. ¡Así que, actúa! Comienza a buscar oportunidades, y las encontrarás; es prácticamente inevitable que suceda, si buscas lo suficiente. No importa si no ves el camino desde el principio, mientras sepas cuál es tu objetivo. Lo importante es comenzar a andar por ese camino.

3- Sé persistente

Eventualmente, tropezarás. Todos lo hacen. La clave es celebrar tus fracasos, aprender de ellos y seguir adelante. La persistencia simplemente requiere, que estés ahí todos los días, para perseguir tus objetivos. Si escuchas a tu corazón y sigues tus pasiones, el optimismo y la confianza en tus proyectos llegarán con mayor facilidad. Puede sonar a cliché, pero, aunque al principio no sea mágico, la perseverancia firme en cualquier objetivo puede crear magia.

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Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur