En el Reino Unido del Brexit, los robots se preparan para hacer los trabajos de inmigrantes europeos mientras el Gobierno de la primera ministra Theresa May se dispone a reducir la inmigración.

Locus Robotics, con sede en Wilmington, Massachusetts, quiere comenzar a vender este año en el Reino Unido una máquina autónoma que recorre almacenes, llevando cajas de estanterías a muelles de carga.

Por su parte, ABB Ltd., de Suiza, suministra robots industriales a los productores británicos de panqueques, panes papadum y malvaviscos. Fanuc Corp., de Japón, que fabrica herramientas de maquinaria controladas por computadora para proveedores de teléfonos inteligentes, planea abrir una nueva planta en el Reino Unido en mayo.

Si el Brexit “va a resultar en menos personas que participan en esta clase de trabajo, lo convertirá en un mercado más atractivo para nosotros”, dijo el fundador de Locus, Bruce Welty, por teléfono.

May, quien la semana pasada puso en marcha dos años de conversaciones para una retirada de la Unión Europea, ha dicho que aspira a reducir la inmigración anual a menos de 100,000 personas, de casi 300,000 en la actualidad.

Ello es particularmente preocupante para las empresas británicas en negocios como la producción de alimentos y la distribución al por menor, que dependen en gran medida de inmigrantes de la UE y se han rezagado de pares en otros lugares en la inversión en automatización.

Alrededor de un 25% de los empaquetadores y recolectores de los almacenes que sirven a Amazon, Asos Plc y Wm Morrison Supermercados Plc no nacieron en el Reino Unido, en tanto 41% de los empleados en la fabricación de alimentos proceden del extranjero, según el Observatorio de Migración de la Universidad de Oxford.

Como el Brexit amenaza con limitar el número de inmigrantes de la UE, las empresas buscan acelerar su entrada en la robótica y la automatización que ayudará a compensar el déficit.

La empresa de almacenamiento Wincanton Plc, que opera sitios de distribución para Kraft Heinz Co. y otras compañías, estudia la compra de herramientas de Locus Robotics por cuanto anticipa una creciente demanda de sus servicios, dijo en un comunicado por correo electrónico.

“Hay un reto laboral en el mercado británico para tales segmentos de baja calificación”, dijo por teléfono Ian Howe, director de bienes de consumo de Wincanton. “Esperamos ver un impulso en el sector por aumentar la utilización de este tipo de sistemas para compensar esos desafíos”.

El LocusBot, un robot de baja estatura cuya cabeza es una pantalla táctil, recorre los pasillos de un depósito como lo hace el cliente de un restaurante que intenta llegar a una mesa vacía, encontrando la ruta más eficiente para un artículo antes de que un recolector humano lo cargue en la bandeja de la máquina.

El robot de US$ 35,000 puede aumentar el número de artículos recogidos por un trabajador entre 200% y 500%, dijo Welty, y seis empleados pueden encargarse del trabajo que solían hacer entre 20 y 25 personas.

Más empresas están buscando herramientas “colaborativas”, como el YuMi de 40,000 libras (US$ 50,000) de ABB, un robusto robot de dos brazos diseñado para llevar a cabo tareas complejas junto a un compañero de trabajo humano en una línea de montaje, dijo Mike Wilson, gerente de ventas del Reino Unido, durante una entrevista en el centro de robótica de la compañía en Milton Keynes, 80 kilómetros al norte de Londres.

Wilson, quien dijo que el Brexit representaría un “cambio en el ritmo” de robotización, dijo que las ventas del Reino Unido podrían crecer entre 10% y 15% al año. Los aumentos del salario mínimo serían un incentivo adicional para que las empresas inviertan en la automatización, dijo.

“Probablemente por primera vez durante mucho tiempo, tenemos una serie de factores que en su totalidad se ven positivos en términos de uso de la robótica”, dijo.

Actualidad Laboral / Con información de Gestión Perú