En la sociedad actual, la discriminación por edad, conocida como "edadismo", persiste como una barrera significativa en el mundo laboral. Esta discriminación se manifiesta en la forma de prejuicios y estereotipos negativos hacia las personas mayores de 50 años, lo que dificulta su empleabilidad y limita sus oportunidades en el mercado laboral.


El edadismo se define como la discriminación basada en la edad, ya sea hacia personas jóvenes o mayores. En el contexto laboral, esto se traduce en la negación de oportunidades de empleo, promoción o formación debido a la edad de un individuo. Los estereotipos asociados con el edadismo pueden incluir ideas erróneas sobre la capacidad de aprender nuevas habilidades, adaptarse a tecnologías emergentes o mantener altos niveles de productividad.


Este tipo de acciones afectan desproporcionadamente a las personas mayores de 50 años. Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), más del 50% de los trabajadores de 50 años o más han experimentado algún tipo de discriminación relacionada con la edad en el lugar de trabajo. Estas experiencias pueden manifestarse en la dificultad para encontrar trabajo después de una cierta edad, el estancamiento profesional o la pérdida de empleo debido a reestructuraciones corporativas.


El impacto del edadismo en las generaciones actuales es significativo. Con el aumento de la esperanza de vida y la necesidad económica de seguir trabajando más allá de la edad tradicional de jubilación, más personas se enfrentan a la posibilidad de discriminación laboral debido a su edad. Esto no sólo afecta la estabilidad financiera individual, sino que también tiene ramificaciones en la economía en general.


Las estadísticas respaldan estas afirmaciones. Según un informe de la Comisión Europea, sólo alrededor del 46% de las personas entre 55 y 64 años estaban empleadas en 2020, en comparación con más del 73% de las personas de 25 a 54 años. Además, el informe encontró que el desempleo entre los trabajadores mayores tiende a durar más tiempo en comparación con otros grupos de edad, lo que subraya las dificultades únicas que enfrentan al buscar trabajo.


Ventajas de contratar ejecutivos mayores


Contrariamente a los estereotipos negativos, contratar ejecutivos mayores de 50 años puede ser extremadamente beneficioso para las empresas y la sociedad en su conjunto. Éstas son algunas de las ventajas clave:


Experiencia y conocimientos: Los ejecutivos mayores suelen tener décadas de experiencia en su campo, lo que les proporciona un conjunto único de habilidades y conocimientos. Han enfrentado una variedad de situaciones laborales y han desarrollado la capacidad de tomar decisiones informadas basadas en su experiencia previa.


Estabilidad y compromiso: Los trabajadores mayores tienden a mostrar niveles más altos de compromiso y lealtad hacia sus empleadores. Han establecido sus carreras y están menos propensos a cambiar de trabajo con frecuencia, lo que puede ayudar a reducir los costos asociados con la rotación de personal.


Mentoría y desarrollo: Los ejecutivos mayores pueden desempeñar un papel crucial como mentores para los empleados más jóvenes. Pueden compartir su experiencia y ofrecer orientación profesional, contribuyendo al desarrollo y crecimiento de la fuerza laboral en su conjunto.
Diversidad generacional: La inclusión de trabajadores de diferentes grupos de edad en el lugar de trabajo fomenta la diversidad de pensamiento y perspectiva. Esto puede conducir a una mayor innovación y creatividad en la resolución de problemas, ya que se aprovechan las diversas experiencias y enfoques de cada generación.


Criterios y recomendaciones


Para integrar efectivamente a ejecutivos mayores en la fuerza laboral, es importante que las empresas adopten enfoques inclusivos y basados en el mérito. Algunos criterios y recomendaciones para lograrlo incluyen:


Eliminar sesgos de edad en el proceso de selección: Las empresas deben implementar políticas y prácticas de contratación que eliminen los prejuicios basados en la edad. Esto puede incluir la formación de reclutadores y gerentes de contratación sobre la importancia de evaluar a los candidatos únicamente en función de su experiencia y habilidades.


Promover la diversidad generacional: Las empresas deben fomentar un ambiente de trabajo inclusivo donde se valore y respete la diversidad generacional. Esto puede implicar la creación de programas de mentoría intergeneracional y la promoción de equipos de trabajo diversos en términos de edad.


Reconocer y valorar la experiencia: Es fundamental que las empresas reconozcan y valoren la experiencia y el conocimiento que aportan los ejecutivos mayores. Esto puede incluir la creación de oportunidades de desarrollo profesional y promoción basadas en el mérito, independientemente de la edad del empleado.


Ofrecer flexibilidad laboral: Proporcionar opciones de trabajo flexibles, como horarios de trabajo flexibles o trabajo remoto, puede ayudar a atraer y retener a trabajadores mayores que deseen equilibrar sus responsabilidades laborales con otros compromisos personales.


En síntesis, y como ya lo habíamos comentado en este mismo espacio, la empleabilidad de los ejecutivos mayores de 50 años es un tema importante en el mundo laboral actual, marcado por la persistencia del edadismo y la discriminación por edad. Sin embargo, al reconocer y valorar la experiencia y las habilidades únicas que aportan los trabajadores mayores, las empresas pueden aprovechar su potencial para beneficio mutuo.


Al adoptar enfoques inclusivos y basados en el mérito, las empresas pueden promover la diversidad generacional y crear entornos de trabajo más dinámicos y productivos. En última instancia, al romper las barreras de edad en el lugar de trabajo, se promueve la equidad y se maximiza el talento disponible en la fuerza laboral.


Ante un problema que es real y actual, la implementación de acciones afirmativas para la contratación y promoción de estas personas se antoja urgente.


Actualidad Laboral / Con información de El Economista México