La mayoría de las empresas nuevas fracasan en sus primero 3 años, esto sucede porque sus creadores o emprendedores cometen una serie de errores que convierten el crecimiento en una desventaja para la empresa.

Para evitar que el éxito de el negocio acabe con su idea y su adrenalina inicial debes mantener la iniciativa, creatividad y entusiasmo que animaron su lanzamiento.

El error más común que cometen los emprendedores es descuidar ciertos puntos esenciales.

No importa cuanto crezca tu negocios, es posible mantenerse siempre como un emprendedor. Para esto debes seguir ciertas reglas que harán que tu negocio se mantenga con el mismo espíritu que cuando comenzó, a pesar de su éxito:

Escoger bien a los empleados

Algunas pequeñas compañías crecen a pasos agigantados y la urgencia por ampliar el equipo les lleva a cometer errores en la contratación que pueden pagar bien caros.

Debes incluir a pesimistas y optimistas en tu equipo inicial de colaboradores y, cuando la empresa crezca, mantenlos en el grupo directivo. Los que mandan tienen que ser los más optimistas, y también los más pesimistas si lo requiere la ocasión. Contar con estos aliados y detractores te ayudará a equilibrar tus decisiones y a tener los pies en la tierra.

Investigar el mercado

Hasta el momento las cosas van bien porque la empresa ha crecido y ha dado beneficios, pero las cosas evolucionan y las necesidades de los clientes también. Si deja de escucharse al cliente y de interesarse por conocerle, puede fallar el enfoque del producto y, por ende, del propio negocio perjudicando a los beneficios y poniendo en peligro la continuidad de la empresa.

Recuerda que emprender significa innovar, probar cosas nuevas que nadie antes ha sido capaz de afrontar.

Contratar especialistas

Cuando una empresa nace, lo mejor es tener personas polivalentes, que puedan sacar a delante cualquier tipo de trabajo que se ponga por delante, pero una vez que el negocio crece, esto ya no es tan efectivo. Si se quiere mantener la productividad y mejorar la calidad, lo mejor es que se contraten especialistas, en la medida de lo posible, de las áreas a ampliar.

Subir los sueldos

Sin los empleados no hubiera sido posible el crecimiento de la empresa, merecen un reconocimiento. Los trabajadores ven crecer la empresa pero no su sueldo, tarde o temprano se marcharán.

La cultura de la compañía

Que la empresa crezca y se incorporen más personas no quiere decir que los valores tengan que cambiar. Todo es adaptable y combinable en este aspecto. Además, es posible que aquellos que lleguen se vieran atraídos por el carácter de a empresa desde sus inicios y si entran y ya no están, se sentirán defraudados, al igual que se sentirán los empleados que llevan desde el principio.

Transparencia

No permitas que a medida que tu empresa se hace mayor disminuyan tus ganas de comunicar la marcha del negocio. Recuerda que la gente da lo mejor de sí misma cuando confías en ella y le das toda la información que necesita para tomar decisiones. Conocer los peligros ayudará a tu plantilla a pensar cómo hacerles frente; no te dejes tentar por la incertidumbre que reina en las grandes corporaciones.

Aprende a despedir

Si detectas que alguno de tus colaboradores deja de tener fe en tus ideas tienes que despedirle, de lo contrario minará la ilusión del resto. Los empleados tóxicos no tienen cabida en un entorno laboral que ambiciona colaboración y buen rollo sano.

Visión y productividad

No renuncies a la creatividad y a tu carácter visionario de los negocios. Esto no está reñido con la productividad. Cumplir con un calendario es el mejor camino para hacer frente a los retos.

Irracionalidad

Debes ser el irracional de tu empresa; debes sacar a la gente de su zona de confort. El trabajo rutinario no tiene cabida en la innovación y la creatividad. El secreto para que la jornada laboral no se convierta en rutina está en conseguir a personas realmente buenas, darles confianza y escuchar sus ideas.

Talento

Evita que el éxito te lleve a creerte un semidios. Te alejarás de tus colaboradores y, por tanto, del negocio. Identifica, localiza y fomenta el talento de los que te rodean, asciende a aquellos que aportan más allá de sus obligaciones.

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