Sin la estabilidad económica que proporciona un trabajo y la preocupación por encontrar uno, el bienestar emocional y psicológico de muchas personas en situación de desempleo sufre mucho.


Así lo asegura Jessica Cambray, mentora laboral y coach de empleabilidad, en un artículo publicado en su página de la red profesional Linkedin, en la que identifica efectos psicológicos del desempleo, su impacto en la salud mental y la influencia que tiene en las relaciones personales.


Cambray cita un estudio de la Asociación Americana de Psicología que señala que las personas desempleadas tienen mayores niveles de estrés, ansiedad y depresión que las que tienen trabajo y que añade que la incertidumbre laboral también implica una "pérdida de identidad y la disminución de la autoestima".


Al mismo tiempo, señala que un artículo de la Revista de Psicología Aplicada asocia un largo desempleo con un mayor riesgo de padecer trastornos como depresión y ansiedad, así como "sentimientos de desesperanza y desesperación".


El malestar provocado por una desfavorable situación laboral también pasaría factura a las relaciones personales de quien se encuentra sin trabajo. Vuelve Cambray a echar mano de un estudio, de la Universidad de California en esta ocasión, para señalar que las relaciones familiares y de pareja de los desempleados suelen resentirse, aquejados nuevamente por un "estrés financiero" y "preocupación constante", que pueden generar "conflictos y tensiones".


Actualidad Laboral / Con información de El Periódico