26-10-2023

El precio de los alimentos están subiendo desde hace un año como consecuencia de la crisis energética e inflacionaria, la guerra en Ucrania y la sequía, entre otros. El 49% de los españoles han tenido que cambiar su cesta de la compra y, en consecuencia, su dieta, según el "IV Estudio de Salud y Vida", elaborado por la aseguradora Aegon.


El 66% de los españoles en una situación económica desfavorable se han visto obligados a modificar su alimentación. Es más, cinco de cada diez mujeres consideran que ha modificado su cesta de la compra, mientras que el 47% de los hombres también lo ha hecho. De hecho, casi tres de cada cinco personas entre 26 y 40 años la han modificado.


Si se analiza por comunidades autónomas, los canarios, con un 66%, son los ciudadanos que más han visto perjudicada su alimentación. Le sigue Extremadura y Navarra con un 62% y 52% respectivamente. En la otra cara de la moneda, los gallegos, con un 37%, son los que han modificado menos su dieta. Por detrás, se encuentran Asturias con un 41% y Castilla y León con un 43%.


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La mitad de la población ha dejado de consumir pescado, según el estudio. Eliminarlo de la dieta tiene una serie de consecuencias para el organismo. Y es que, contiene una gran cantidad de nutrientes que no es del fácil encontrar en otros alimentos. Destaca la vitamina D o los ácidos grasos omega-3 que ayudan al cerebro y a que el cuerpo funcione mejor.


Además, desterrarlo durante largos periodos de tiempo podría aumentar el riesgo de episodios relacionados con el corazón, por ejemplo, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, entre otros. En cambio, consumir pescado al menos dos veces a la semana ayuda a mejorar la salud del corazón al reducir la presión arterial, el potencial de coágulos sanguíneos y latidos cardíacos irregulares y los lípidos.


Según el estudio, el 34% de las personas han eliminado de su dieta la carne. Su supresión la baja de tres nutrientes esenciales. En concreto, las proteínas – son imprescindibles para mantener la masa muscular, en especial si se realiza actividad física o deporte -, hierro y vitamina B12.


También el 18% han prescindido de la fruta. Los expertos indican que este alimento es una fuente de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. Si una persona no come fruta, puede ser propensa a sufrir deficiencias nutricionales, especialmente de vitamina C y A, y folato. De igual importancia, el 17% ha eliminado los cereales y el 11% los lácteos de su cesta de la compra.


Actualidad Laboral / Con información de El Economista