Cuando nos encontramos ante un dilema difícil resulta fácil perder la perspectiva. La situación nos confunde y cambiamos de opinión constantemente.

Es posible que nuestras emociones inmediatas sean nuestro peor enemigo. Cuando las personas piensan sobre las peores decisiones de su vida, suelen darse cuenta de que estas fueron tomadas bajo la influencia de las emociones: la ira, la lujuria, la ansiedad y la codicia. Nuestras vidas serían muy diferentes si tuviéramos un botón que nos permitiera deshacer estas decisiones equivocadas.

Sin embargo, no somos esclavos de nuestras emociones, puesto que estas desaparecen con el paso del tiempo. Por esta razón, todo el mundo sabe que cuando debemos hacer frente a una decisión difícil, lo mejor es dejar pasar el tiempo, al menos un día, para así poder decidir con la mente más clara. Se trata de un buen consejo que todos deberíamos seguir. Sin embargo, esto no es suficiente para muchas decisiones, necesitamos una estrategia.

Uno de los métodos más eficaces fue inventado por el periodista Suzy Welch, autor de artículos para Bloomberg Businessweek y la revista O. Lo llamó 10/10/10, y Welch lo describe en un libro con el mismo nombre. La esencia de este método consiste en que debemos pensar sobre nuestras decisiones en tres marcos temporales diferentes.

  • ¿Cómo nos sentiremos sobre esta decisión dentro de 10 minutos?

  • ¿Y dentro de 10 meses?

  • ¿Y dentro de 10 años?


Estos tres marcos temporales proporcionan una forma elegante de obligarnos a distanciarnos del problema. Tomemos como ejemplo lo que le sucedió a una mujer llamada Annie, que estaba pasando por una difícil situación en su relación con su pareja, Karl. Llevaban 9 meses saliendo cuando Annie dijo: "Es una persona maravillosa y tiene la mayoría de cosas que busco".

Sin embargo, le preocupaba que su relación no estuviera progresando. Annie, que tenía 36 años de edad, quería tener hijos con Karl, de 45 años. Después de nueve meses, todavía no había conocido a la hija adoptiva de Karl (de su primer matrimonio), y no se habían dicho que se querían.

El divorcio de Karl había sido horrible, por lo que se sentía receloso de mantener una nueva relación seria. Después del divorcio, decidió mantener a su hija alejada de su vida personal. Annie comprendía su decisión, pero le dolía la idea de estar alejada de una parte tan importante de su vida.

Cuando estaban a punto de irse de vacaciones juntos por primera vez, Annie se preguntó si debía "dar el siguiente paso" durante el viaje. Ella sabía que Karl era lento a la hora de tomar decisiones. ("Lleva 3 años diciendo que quiere comprarse un smartphone".) ¿Debería ser ella la primera en decir "Te amo"?

Le pedimos a Annie que aplicara la regla del 10/10/10 y que se imaginara lo que sucedería si le dijera esas palabras durante el fin de semana. ¿Cómo crees que te sentirás 10 minutos después? "Creo que estaría nerviosa pero orgullosa de mí misma de asumir el riesgo y abrirle mi corazón".

¿Cómo te sentirías dentro de 10 meses? "No creo que me arrepienta. Quiero decir, está claro que me gustaría que funcione. Creo que es una persona estupenda. Quien no se arriesga, no gana, ¿verdad?".

¿Y cómo te sentirás dentro de 10 años? Annie dijo que, independientemente de cómo reaccione, probablemente no importe demasiado dentro de una década. Para entonces o estaremos felizmente juntos o con otras personas.

Annie debe tomar la iniciativa. Estaría orgullosa de sí misma por hacerlo, y no creo que vaya a lamentarlo, aunque la relación no acabe funcionando. Sin embargo, sin el análisis 10/10/10, la decisión parecía demasiado difícil. Esas emociones, nerviosismo, temor, y miedo al rechazo era un obstáculo. ¿Qué acabó sucediendo?

"Le dije ‘Te amo’. Definitivamente estoy intentando cambiar la situación y acabar con el círculo vicioso... Karl todavía no me ha dicho que me quiere, pero está progresando. Creo que me ama y solo necesita un poco más de tiempo para superar el miedo a expresar sus sentimientos. Me alegro de haberme arriesgado y no me arrepentiré aunque las cosas no acaben funcionando con Karl. Creo que hay muchas posibilidades de que Karl y yo sigamos juntos a finales de verano".

La regla del 10/10/10 ayuda a equilibrar la balanza en la batalla entre las emociones y la mente. Los sentimientos actuales son intensos, mientras que el futuro es más borroso. Esto le otorga ventaja a las emociones, ya que todo nuestro interés está puesto en el presente. La regla del 10/10/10 nos obliga a cambiar de perspectiva, obligándonos a reflexionar sobre las consecuencias de nuestras decisiones dentro de 10 meses, por ejemplo.

Ese cambio puede ayudarnos a mantener nuestras emociones a corto plazo en perspectiva. Esto no significa que tengamos que ignorar nuestras emociones a corto plazo, pero no debemos permitir que nos controlen.

El equilibrio emocional también es importante en el trabajo. Si evitas una conservación difícil con un compañero de trabajo, lo que estás haciendo es permitir que las emociones a corto plazo te controlen. Si accedes a mantener la conversación, lo más probable es que estés bastante nervioso 10 minutos después, pero seguro que dentro de 10 meses te sentirás contento, aliviado, o incluso orgulloso.

O por ejemplo, imagina que ofreces unas condiciones excelentes para un empleado que realmente quieres tener en tu empresa.

Lo más probable que 10 minutos después de que haya aceptado tu oferta, te sientas emocionado. Sin embargo, ¿qué pasará dentro de 10 meses si te das cuenta de que el resto de empleados se sienten menos apreciados porque no tienen las mismas condiciones? ¿Y dentro de 10 años? ¿Se habrá adaptado esta persona a tu empresa?

Para ser claros, la emoción a corto plazo no es siempre el enemigo. El análisis 10/10/10 no presupone que la perspectiva a largo plazo sea la correcta. Simplemente asegura que la emoción a corto plazo no determinará tus decisiones.

Actualidad Laboral / Con información de Insider Pro