20-10-2014
Por Alex Gubern.- Como el tráfico en las autopistas o el consumo eléctrico, el absentismo laboral es probablemente uno de los indicadores de recuperación económica más fiables. Así se constata en todos los estudios hechos de manera reciente, en los que la curva ascendente de los indicadores macroeconómicos es casi paralela a la de las bajas laborales. Paradójicamente, y ello es motivo de alarma, la recuperación es más lenta que el regreso a unos hábitos que colocan a España como uno de los líderes mundiales del absentismo.

El último estudio que confirma esta tendencia es el de la firma Tebex, líder en España en la gestión y control del absentismo laboral, que señala que en este primer semestre de 2014 las bajas siguen repuntando. Los datos, a los que ha tenido acceso ABC, señalan que durante los seis primeros meses de 2014 el absentismo creció un 8,99% con respecto a 2013, situando la tasa en los 3,56 puntos (es decir, un 3,5% de todas las horas de trabajo efectivo no se cubrieron). La tendencia consolida el punto de inflexión que se registró en los últimos meses de 2013, cuando tras varios años de caída el absentismo comenzó a remontar.

«La crisis nos llevó a tocar suelo en 2012 (tasa del 2,95%), cuando es obvio que en las empresas la gente era remisa a coger bajas por Incapacidad Temporal (IT) por miedo a perder el empleo», explica Iñaki Insausti, director general de Tebex. Según datos oficiales, en 2013 se registraron un promedio de 262.345 bajas por incapacidad temporal de media mensual, un dato que contrasta con los 483.011 procesos de finales de 2007.

«El cambio de tendencia de 2013 y 2014 confirma que el ciclo económico cambia, pero es preocupante que la tasa de absentismo suba más deprisa que la economía. ¿Tan poca memoria tenemos?», se pregunta Insausti. «Si el factor principal para que suba o baje el absentismo sigue siendo la confianza o el miedo a perder el empleo es que algo no se hace bien», añade.

Otros informes, como el de Adecco, confirman la tendencia, y sugieren proseguir con las reformas (empresas y administración) para que, una vez superado el «efecto crisis», el absentismo no regrese a los niveles anteriores al desplome de la economía. Adecco estima que, con una media de 10,7 días perdidos por trabajador y año, España sigue en el segundo lugar entre los países analizados por bajas laborales.

Desmentir tópicos

Los datos que aporta Tebex, por otra parte, desmienten algunos lugares comunes sobre la mayor o menor incidencia del absentismo por sectores. Así, el índice de bajas en la industria (3,05%) ya es menor que en los servicios (3,59%), cuando tradicionalmente era lo contrario.

«Con la crisis, la industria ha ganado mucha competitividad. El sector del automóvil es un ejemplo, algo que no es trasladable a los servicios», explica el director de Tebex. «No es lo mismo gestionar una plantilla de 5.000 personas en una sola planta, que una empresa de servicios que tiene a 5.000 trabajadores repartidos por toda España», añade.

Otra tanto sucede cuando el análisis se hace en función del tamaño de la compañía. «No es cierto que a mayor tamaño, más absentismo», se explica en Tebex. En las empresas con más de 1.000 trabajadores, independientemente del sector, el absentismo es del 3,51%, frente al 4,41% de las de menos de 1.000 empleados.

En cualquier caso, sector y tamaño al margen, la diferencia entre una tasa alta y otra baja depende casi siempre de una buena política de recursos humanos: motivar al personal, evitar los «jefes tóxicos»... o, también, localizar a los «abusadores», quienes se cogen bajas de manera injustificada y acaban contaminando al resto de sus compañeros. Sobre este último aspecto, medidas legislativas como la reforma laboral, los cambios en la normativa de IT o la nueva ley de Mutuas deberían contribuir a ello.

Otro de los tópicos que debe matizarse es el que relaciona sector público con mayor absentismo. En el caso de las empresas públicas, al menos las que asesora Tebex, la tasa se queda en el 3,81%. Correos podría ser un buen ejemplo, donde en apenas cuatro años se ha pasado de una tasa del 7,5% al 3,5%, con un ahorro nada desdeñable. El objetivo no es menor. Según cálculos empresariales, el impacto negativo del absentismo sobre el PIB español podría rondar el 5%.

Actualidad Laboral / Con información de ABC