19-05-2017
El secretario de Trabajo estadounidense Alexander Acosta debutó el viernes como vocero del presidente Donald Trump en materia laboral, y aseguró que esperan llenar las vacantes en la mano de obra tanto pública como privada con aprendices.

“Un jefe de empresa tras otro me ha dicho que está ávido por ocupar las vacantes, pero que no consiguen trabajadores debidamente capacitados”, dijo Acosta en un discurso preparado para los ministros de trabajo del Grupo de los 20 países industrializados y emergentes reunidos en Alemania.

La declaración y un torrente de tuits sobre el tema son el primer indicio desde la juramentación de Acosta hace tres semanas que la política de tomar aprendices sería el eje del plan del gobierno de capacitar una nueva generación de trabajadores.

El tema de los aprendices es relativamente nuevo para Trump, que en su campaña prometió restaurar los empleos en la industria manufacturera que se perdieron, según él, debido a acuerdos comerciales defectuosos y la competencia desleal de China, México y otros países.

Sin embargo, no es algo nuevo para los que elaboran los planes de ambos partidos y el sector privado. Los programas de aprendices tienen ya varios años y algunos aplican modelos similares a los de Alemania y el Reino Unido.

En una discusión en febrero, una veintena de jefes de empresa del sector industrial insinuaron que abundaban las vacantes, pero que no había trabajadores calificados que las ocuparan. Un ejecutivo dijo que su empresa tiene 50 participantes en un programa para aprendices de fábrica, pero tiene lugar para 500 que reúnan las condiciones necesarias.

El desempleo está en un nivel históricamente bajo, pero con lagunas en algunos sectores. Según cifras del gobierno, hay 324.000 vacantes fabriles en todo el país, el triple que en 2009, en lo más profundo de la recesión.

Durante una mesa redonda en la Casa Blanca, algunos directivos retaron a Trump a generar 5 millones de puestos para aprendices en cinco años. “Hagámoslo, vamos por los 5 millones”, respondió Trump en el evento en marzo.

También hay indicios de un acuerdo bipartidista, al menos sobre el valor del aprendizaje, que generalmente combina fondos de los gobiernos estatales y federal con apoyo de universidades y empresas que buscan capacitar gente para trabajos específicos. En algunos casos, los estudiantes dividen su tiempo entre la universidad y el empleo y las compañías pagan parte de los sueldos y matrículas.

Actualidad Laboral / Con información de AP