Los rasgos de personalidad que determinan cómo un empleado va a encajar en un ambiente de trabajo colectivo es una tarea difícil. Por ello, el personal del área de Recursos Humanos debe enfocar la búsqueda del mejor candidato desde una perspectiva que englobe cinco importantes aspectos sobre la personalidad como la flexibilidad, determinación, dominio del ego, pro actividad y conocimiento personal.

Saber detectar los aspectos personales que facilitan la cohesión de un nuevo integrante a un equipo de trabajo es una tarea complicada. No obstante, una encuesta realizada por el diario The Wall Street Journal y recogida en un artículo de INC, a 900 ejecutivos encontró que el 92% reconocían el valor de las habilidades blandas, al mismo o más nivel, que el de las habilidades técnicas. Pero ¿cuáles son esas habilidades que facilitan la incorporación de una persona a un grupo?

  1. Flexibilidad y entusiasmo. Trabajar con otras personas que, además, no conoces puede derivar en conflictos de entendimiento. Por ello, contar con un candidato que sea flexible a la hora de no sólo acatar directrices o ideas si no que, además, logre sacarles el mayor partido es fundamental para la consecución de los objetivos marcados en el proyecto.


El entusiasmo permite también que esa actitud de ‘aceptación de otros’ se haga desde un punto de vista positivo y activo que puede contagiarse, a su vez, al resto del equipo.




  1. Iniciativa y dirección. La forma en la que el candidato se enfrenta a los retos puede determinar su éxito o fracaso. Por ello, es importante que mencionen durante la entrevista cómo priorizan las tareas y qué medidas concretas tomarían para encarar un desafío.


La confianza con la que expresan sus actuaciones puede conllevar un potencial en la capacidad de dirección o determinación del candidato. Aspectos fundamentales a la hora de enfrentarse a situaciones de emergencia.


Además, es importante saber qué cualidades piensan que debe tener un jefe o qué es para ellos la figura de un gerente. Con ello, sabremos si el candidato tiene aptitudes de liderazgo, ya que los considera como mentores, o entiende la dirección como un sistema de niveles.




  1. Mantener el ego bajo control. Una forma de saber el nivel de ego (que no confianza) que tiene el candidato y cómo lo maneja, es preguntándole acerca de su mayor éxito y fracaso laboral. Esto permitirá determinar si se invierten más en su ego o en la realización del trabajo y la construcción de un equipo fuerte, en función de cómo ven a sus compañeros o subordinados.

  2. Curiosidad y deseo de aprender. Para cuantificar cómo de dispuestos están a la hora de enfrentarse a tareas nuevas, puede pedirse al candidato que mencione el mejor trabajo que ha tenido y lo que ha aprendido en él y, al igual que con todas las preguntas, observar su lenguaje corporal, tono de voz y expresiones faciales más allá de las palabras.

  3. Autoconocimiento: fortalezas y debilidades. Una estrategia para conocer cuáles son sus puntos fuertes y débiles es pedir al candidato que describa su estilo de trabajo y observar si las respuestas describen la coherencia, la colaboración, la capacidad de escucha y respeto por las ideas de los demás.


Actualidad Laboral / Con información de Equipos y Talento