En estos días, cualquier mensaje que envíes tiene que competir con mensajes de correo electrónico, mensajes de texto, noticias y actualizaciones de medios sociales, además de numerosas distracciones.

Algunas de las condiciones o requisitos que un mensaje debe cumplir para aumentar las probabilidades de que sea escuchado son:

Valor añadido

¿Tu mensaje aporta un valor añadido a quienes lo reciben? Si el destinatario no obtiene el valor de tu mensaje, considere la forma de expresar su mensaje para que ellos se interesen o considere no enviarlo por completo.

Mensaje claro

En cualquier mensaje profesional no hay tiempo que perder. Trasmite tu mensaje de forma clara y transparente e intenta llegar al asunto a tratar con la mayor brevedad posible.

Concisión

El tiempo que dispone el interlocutor para leer o escuchar tu mensaje es muy limitado. Por esta razón, evita los correos electrónicos largos y las conversaciones tediosas. En todo momento conduce tu mensaje al asunto que quieres tratar evitando desviarte a otros temas de menor relevancia.

Relevancia

Tu mensaje también debe proporcionar una razón convincente para recibir la atención de la audiencia a la que se dirige. Estrategias comunicativas como crear urgencia y aumentar el sentido de importancia ayudará a que tu mensaje despierte mayor interés.

Creíble

Los hechos influyen más que las opiniones porque aportan más credibilidad al poder ser demostrados.

Si deseas que tu mensaje llegue, sea escuchado y tenga poder de influencia en la audiencia a la que se dirige, debe ser capaz de abrir una vía de comunicación y de traer la atención cumpliendo estos requisitos: transmitir un mensaje claro, conciso y creíble, que transmite información relevante y aporte valor añadido al destinatario.

Actualidad Laboral / Con información de Forbes