09-10-2014
Los líderes de Italia, Francia y Alemania reconocieron en Milán sus divergencias en materia de presupuestos pero se comprometieron en cambio a combatir con fuerza el desempleo juvenil.

Al término de una cumbre para debatir sobre el grave fenómeno del desempleo que afecta países como España, Italia e inclusive Francia, el jefe de gobierno italiano Matteo Renzi, el presidente francés, François Hollande, y la jefa de gobierno de Alemania, Angela Merkel, prometieron simplificar normas y emplear fondos para favorecer el crecimiento económico y por ende el empleo.

La promesa resulta casi una respuesta al informe pesimista divulgado hoy por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que señala que "el legado de la crisis -una demanda inadecuada, la deuda y el desempleo elevados- continúan planteando un desafío para alcanzar un crecimiento robusto y duradero" en la zona euro.

"Creo que Francia e Italia están haciendo reformas serias. Tengo total confianza en que se asumirán sus responsabilidades", aseguró Merkel con tono diplomático durante la conferencia de prensa conjunta.

El presidente francés, bajo presión por superar el límite presupuestario para el 2015, lo que podría ser rechazado por la Comisión Europea, evitó abordar el tema en Milán, si bien reconoció que "los presupuestos tienen efecto sobre el crecimiento".

Por su parte Renzi reiteró que Italia quiere ser la primera de la clase y no sólo respetará el límite del 3% de déficit con respecto al Producto Interno Bruto (PUB), sino que lo fijará por debajo, a 2.9%.

A su llegada a Milán, Hollande habló de que "hay que ajustar el ritmo de las políticas presupuestarias al desafío del crecimiento", un tema que divide a los dirigentes europeos. "Si todo el mundo se dedica a aplicar medidas de austeridad, lo que no hacemos en Francia, se registrará un descenso mayor del crecimiento", advirtió el mandatario francés.

Hollande quiere reanimar el debate sobre la austeridad tras la divulgación de los últimos y desastrosos indicadores económicos. La producción industrial alemana, motor de la mayor economía del viejo continente, sufrió por primera vez en cinco años un descenso, una peligrosa señal para algunos países.

La cumbre informal sobre el empleo no logró fijar medidas contra el alto desempleo juvenil en varios países y se convirtió más en un encuentro político sobre la situación económica, tal como deseaba el jefe de gobierno italiano.

Los líderes europeos mencionaron de todos modos el llamado programa europeo "Garantía Juvenil" para orientar a las generaciones con menos de 30 años a encontrar empleo o una formación adecuada.

Que circule el dinero

El número de desempleados en Europa alcanza cifras récord, sobre todo a nivel juvenil, un fenómeno que afecta a una generación entera, llamada "ni-ni", ya que no estudia ni trabaja.

Renzi aprovechó la ocasión para ilustrar a sus colegas de la UE con la reforma laboral que impulsa y que espera que el parlamento apruebe hoy, pese a la oposición de un sector de su propio partido y del mayor sindicato del país.

Paralelamente, cientos de personas se manifestaron contra la reforma de Renzi fuera del centro de convenciones en el que se reunieron los líderes europeos en Miilán. La Comisión Europea anunció su voluntad de poner en marcha un plan de inversiones por un monto de 300 mil millones de euros durante los próximos tres años, para luchar contra el desempleo.

"Queremos que se simplifique el acceso a esos fondos", pidió Hollande ante la prensa. Una concesión que al parecer Merkel está dispuesta a hacer: "El problema no es que que el dinero sea insuficiente, sino que debe circular", comentó.

Actualidad Laboral / Con información de Milenio