13-07-2023

Los sistemas de enseñanza y formación técnica y profesional (EFTP) de muchos países de ingresos bajos y medianos no se ajustan a las necesidades del mercado laboral y no están preparados para satisfacer el gran aumento de la demanda de EFTP en los próximos años, según un nuevo estudio conjunto del Banco Mundial, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la UNESCO.


Presentado antes del Día Mundial de las Competencias de los Jóvenes, que se celebra el 15 de julio, el estudio Building Better Formal TVET Systems: Principles and Practice in Low- and Middle-Income Countries es el primer análisis mundial riguroso de los retos y las reformas de la EFTP en las economías en desarrollo.


En el contexto de la rápida evolución de los mercados de trabajo y de las necesidades de cualificación debido a la globalización, el progreso tecnológico, la transformación demográfica y el cambio climático, la necesidad de una EFTP eficaz es aún mayor para garantizar transiciones laborales fluidas. Esto es especialmente crítico ya que el desempleo juvenil mundial se sitúa en el 16% en 2022, mucho más alto que la tasa de desempleo general. Estos promedios ocultan grandes disparidades entre países, especialmente en los países de renta baja y media.


Sin embargo, según el informe, a pesar de su gran potencial, la formación no suele estar a la altura de las expectativas en los países de renta baja y media. Esto se debe en gran medida a las dificultades a las que se enfrentan los alumnos, a la falta de apoyo de los profesores y a los escasos incentivos para los proveedores.


"Muchos países están experimentando un rápido crecimiento de la población joven. Al mismo tiempo, casi una cuarta parte de los jóvenes de todo el mundo no reciben educación, empleo o formación; y entre las mujeres jóvenes, esta tasa se eleva a casi un tercio", ha declarado Mamta Murthi, Vicepresidenta de Desarrollo Humano del Banco Mundial. "Unos buenos sistemas de EFTP ayudarán a los países a invertir en competencias y empleos para los jóvenes y a beneficiarse del dividendo demográfico. También ayudan a las personas a navegar por los cambios climáticos, demográficos y tecnológicos que ya se están produciendo."


"Estamos asistiendo a una profundización sin precedentes de las desigualdades dentro de los países y entre ellos, a un aumento de la pobreza de los trabajadores, a retos significativos para el empleo juvenil, y a un riesgo de informalización de la economía formal", dijo Mia Seppo, Subdirectora General de Empleo y Protección Social de la OIT. "Los sistemas eficaces de formación y aprendizaje permanente son componentes cruciales para abordar estos desafíos y promover la justicia social. También capacitan a los individuos para aspirar a mejores empleos, mejores salarios y mejores vidas. Por lo tanto, son facilitadores clave del desarrollo humano y del trabajo decente para todos."


También informó que la OIT ha publicado recientemente su Estrategia sobre competencias y aprendizaje permanente 2030, para desarrollar políticas y sistemas nacionales de competencias resilientes, y ha adoptado una nueva norma internacional del trabajo sobre aprendizaje de calidad para apoyar a los Estados miembros en el diseño y la mejora de los sistemas nacionales de aprendizaje.


"El desempleo juvenil es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo, y uno que exige nuestra atención inquebrantable, nuestra determinación colectiva y nuestra plena dedicación al aprendizaje y la mejora de las competencias inclusivos y accesibles a lo largo de toda la vida", declaró Borhene Chakroun, Director, División de Políticas y Sistemas de Aprendizaje Permanente de la UNESCO. "A través de la EFTP podemos dotar a los jóvenes de las competencias y los conocimientos que necesitan no sólo para sobresalir en los mercados laborales actuales, sino también para capitalizar los avances tecnológicos y mantenerse un paso por delante en un mundo que cambia con rapidez."


El informe constata que son muchos los factores que afectan a los resultados de la EFTP, como el acceso, la equidad, la calidad y la pertinencia. Muchas instituciones se centran en lo que saben hacer, que suelen ser competencias técnicas, pero no en lo que necesitan los estudiantes o las empresas, como competencias cognitivas, digitales o empresariales.


Los estudiantes tampoco están bien atendidos por profesores poco preparados y equipos anticuados. Un aspecto crítico es que la EFTP suele considerarse una vía educativa de segundo nivel a la que se dirigen los alumnos con dificultades. Esto puede disuadir a los estudiantes potenciales de matricularse o a las empresas de contratar a titulados de EFTP.


Aunque las prioridades de reforma de la EFTP difieren de un país a otro, el informe anima a los países a dar prioridad a las necesidades de los alumnos y las empresas y a reajustar la financiación para recompensar las reformas. Dado que estas reformas pueden tardar en dar fruto, el informe también insta a los países a identificar y perseguir resultados rápidos, como empezar por los sectores prioritarios.


El informe señala que es posible transformar los sistemas de EFTP en los países de ingresos bajos y medios aprovechando los nuevos datos y tecnologías, y aprovechando las enseñanzas extraídas de experiencias anteriores, incluida la pandemia de COVID-19. Movilizar la financiación privada puede infundir recursos adicionales a la EFTP, a menudo necesarios dado que los países de renta baja y media gastan menos del 0,2% del PIB en EFTP, frente al 0,46% de los países de renta alta.


En las próximas dos décadas, es probable que las tendencias demográficas y el aumento de las tasas de finalización de estudios en los niveles inferiores de la enseñanza provoquen un incremento exponencial del número de estudiantes de EFTP. En Burundi, Malí y Uganda, se espera que el número de estudiantes de EFTP de secundaria se multiplique por más de cuatro; en Níger, se espera que el número se multiplique por diez. Muchos de estos países se enfrentan ya a la creciente presión que suponen los elevados porcentajes de jóvenes que no reciben educación, empleo o formación.


El informe subraya que cuando la EFTP funciona bien, sus titulados poseen las cualificaciones adecuadas para los empleos actuales, pero también están preparados para adaptarse en el futuro a medida que cambien las necesidades de cualificación. Unos sistemas de EFTP sólidos pueden ayudar a los países a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible apoyando de forma sostenible y eficiente el empleo y la productividad.


Actualidad Laboral / Con información de OIT