12-07-2023

Durante años, Netflix y otros servicios de streaming han puesto patas arriba los modelos tradicionales de creación, distribución y consumo de contenidos y, en el proceso, los guionistas han visto cómo se reducía su remuneración.


El infierno de 'Love is blind'


Los guionistas de cine y televisión dicen que están entre los que han salido peor parados de la remodelación de su industria, pues otros cosechan sus frutos. Este sentimiento ha llevado a miles de personas a los piquetes de Los Ángeles y Nueva York durante los dos últimos meses, desde que el Sindicato de Guionistas de EEUU (WGA, por sus siglas en inglés) convocó una huelga contra la Alianza de Productores de Cine y Televisión, que representa a los estudios de Hollywood y a las cadenas de televisión.


Los miembros de la WGA podrían recibir un batallón de refuerzos el 12 de julio si los actores deciden unirse a la lucha contra los estudios debido a sus propias preocupaciones sobre los salarios y el auge de la inteligencia artificial, entre otras cuestiones. Sin embargo, la huelga ya ha paralizado o interrumpido innumerables series y películas, dejando a muchos sin trabajo.


Los guionistas y los actores tienen algunos problemas en común y otros que son exclusivos de sus respectivos gremios, pero ambos grupos insisten en que las protecciones por las que luchan beneficiarán a todos los trabajadores de la industria.


En cualquier caso, la cuestión es la siguiente: todo el mundo en Hollywood teme que los robots vengan a por sus puestos de trabajo, al estilo Terminator.


¿Crees que exageran? Pues no lo hacen.


Los tentáculos de la tecnología están en el centro de las luchas a las que se enfrentan muchos en Hollywood, desde los aspirantes a una carrera profesional hasta los veteranos que ahora están en las líneas de los piquetes.


Están alcanzando y haciendo metástasis en las profundidades de casi todas las industrias. La lucha de Hollywood está ocupando el centro del escenario en este momento, pero este conflicto se está desarrollando en todas partes a medida que los trabajadores se enfrentan a la posibilidad de que la IA acabe con sus puestos de trabajo o los convierta en obsoletos.


En Hollywood, el streaming fue el precursor. Netflix, Disney+, Amazon's Prime Video y Apple TV+ no existían o apenas eran un destello a ojos de los ejecutivos durante la última huelga de guionistas, que comenzó en 2007. Ahora son algunas de las fuerzas dominantes que controlan el desarrollo de nuevos contenidos en la industria del entretenimiento.


Pero muchos en el sector creen que los servicios de streaming han distribuido sus beneficios de forma desigual, dejando fuera a guionistas e intérpretes, cuyo trabajo genera ingresos, gana premios y es devorado por el público.


"Estamos luchando por la supervivencia de la escritura televisiva y cinematográfica como una carrera sostenible, punto", dijo Adam Conover, creador de televisión y miembro de la junta de la WGA, en un vídeo reciente. "Vamos a estar aquí fuera hasta que Ted Sarandos y Bob Iger se sienten a la mesa", añadió, invocando a los principales ejecutivos de Netflix y Disney.


"¡Eh, Netflix! Tú lo rompiste, ¡ahora arréglalo!", escribió un miembro de la WGA en su cartel en los primeros días de la huelga.


Pero aunque los guionistas consigan algunas victorias para preservar su proceso creativo y su seguridad profesional, la irrupción de la tecnología en la industria del entretenimiento no se detendrá. Y Wall Street y las grandes tecnológicas ya están babeando ante el potencial lucrativo de esta apropiación del terreno.


Los inversores están entusiasmados con las startups que utilizan algoritmos para predecir los éxitos de taquilla antes incluso de que se produzcan. Los estudios alteran digitalmente las voces y resucitan virtualmente a estrellas fallecidas. Los creadores han acumulado dinero e ingente cantidad de seguidores a través de TikTok e Instagram, pilares de la ahora omnipresente economía de los creadores de contenido que, según Goldman Sachs, podría valer casi medio billón de dólares en solo cuatro años.


Para los actores, el aumento de la competencia por un número reducido de papeles es otro gran problema: en una era de conectividad global posterior al coronavirus, ahora compiten contra personas que envían a los directores de casting trabajos desde cualquier rincón del mundo.


"Es una tormenta tecnológica perfecta. Tenemos un streaming que afecta a los porcentajes que antes se llevaban los guionistas. Tenemos la inflación que afecta a la cuestión del salario base. Tenemos la IA, y finalmente han llegado los vídeos de casting grabados por los propios actores", dijo Jonathan Handel, abogado especializado en entretenimiento y colaborador de Puck, en una reciente entrevista televisiva, en la que esbozaba las preocupaciones de los actores.


Las olas del cambio se estrellan contra la orilla


Lo más lamentable es que, aunque es probable que los guionistas obtengan algunas victorias a corto plazo, el cambio va a continuar y la gente va a seguir sufriendo sus consecuencias.


Muchas de las personas que esperaban entrar en la industria se han quedado sin trabajo y este año, cuando las empresas de entretenimiento han recortado 15.000 puestos de trabajo en un intento de reducir costes y satisfacer a los accionistas, los solicitantes de empleo se han encontrado con escasas opciones.


Hace poco informé de cómo la huelga de guionistas de Hollywood está desanimando a los aspirantes a entrar en la industria que se encuentran en los inicios de su carrera profesional.


Los trabajadores novatos del mundo del espectáculo me contaron que temen no tener más remedio que abandonar el país si no encuentran trabajo y no consiguen prorrogar sus visados, y describieron el pavor que les produce la disminución de sus cuentas bancarias, el "aumento vertiginoso" de sus deudas y la necesidad de solicitar cupones de alimentos durante la huelga.


"Es una mierda estar sin trabajo. Todos queremos volver a lo que nos gusta hacer", me dijo en junio Zayd Dohrn, uno de los líderes de la huelga de la WGA en Chicago y director de un programa de Máster en la Universidad Northwestern. Sin embargo, añadió, los guionistas luchan por logros a largo plazo que beneficiarán a todos en Hollywood, incluidos los jóvenes esos mismos jóvenes que buscan trabajo y se sienten bloqueados.


"Retrasar el comienzo de sus carreras para conseguir, a largo plazo, una industria más sostenible para todos creo que es un sacrificio que la mayoría de la gente estaría dispuesta a hacer", comentó Dohrn.


Puede que estos puntos débiles desaparezcan cuando termine la huelga, pero las ondulantes olas de cambio de las que me advirtieron en mis años de actor durante la década de los ochenta han llegado a tierra con toda su fuerza. El sector tiene que enfrentarse a este mal estribillo: ninguna de las fuerzas que llevaron a la huelga va a retroceder.


Este paro laboral se resolverá mediante un choque de voluntades entre los artistas y creadores, por un lado, y las grandes corporaciones haciendo caer sobre ellos el peso de la tecnología, por otro. Pero, a largo plazo, todos los ingredientes parecen estar preparados para dar lugar a una dramática y algo distópica trama cinematográfica que hable sobre el mundo del espectáculo contra los robots.


Parece precisamente el trabajo perfecto para un guionista de Hollywood.


Actualidad Laboral / Con información de Business Insider