Hay un punto de inflexión en el momento en el que el futuro pasa a ser el presente; cuando la novedad se convierte en normalidad. Las redes sociales son un ejemplo. Si no estás construyendo tu perfil online en función de tus necesidades laborales, aún no te has enterado del nuevo sistema de reclutamiento.

Aquí hay cuatro razones por las que las redes sociales son un deber a la hora de buscar candidatos:

1. Es la mejor forma de llegar a los solicitantes de empleo:

Cada vez hay más personas activas en las redes sociales especializadas en la búsqueda de empleo. ¿Es por qué son más jóvenes y hacen todo en Internet? No, simplemente porque la posibilidad de acceder a un nuevo puesto de trabajo a través de plataformas online aumenta entre un 30 o 50 %.

2. Es parte de un cambio cultural:

Una selección de candidatos exitosa no solo se mide por las vacantes ocupadas, sino por quién las ocupa. Lo que impulsa a ser mejores empleados no solo es un buen sueldo, sino el talento. LinkedIn ha crecido de manera excepcional y lo mejor es que cumple con su función: conectar a personas con trabajos. Aquellos que ven su trabajo como mucho más que el dinero que ganan, funcionan mejor en todos los frentes.

3. La transparencia va en ambos sentidos:

El 48% de los solicitantes de empleo están activos en las redes sociales por miedo a quedarse fuera del proceso de selección. Además, les permite conocer más de cerca la línea editorial de las empresas (gracias a las actualizaciones que éstas hacen en sus plataformas sociales). Por otro lado, los empleadores también están siguiendo un patrón diferente, más allá de los apretones de mano y las corbatas perfectamente ajustadas: el 61% de los directores de recursos humanos encontraron algo que no les gustaba en las redes sociales de futuros candidato y el 55% de los directores de recursos humanos reconsideraron el contrato de un candidato por lo que encontraron.

4. O estás en la red o no existes:

Las redes sociales son clave para promover el empleo, el desarrollo de las marcas, el abastecimiento de los solicitantes, la creación de relaciones y vetar a candidatos. Los reclutadores saben que es el futuro y están invirtiendo su tiempo y dinero en ello.

Actualidad Laboral / Con información de Forbes