27-11-2023

Se anticipa que los consumidores en Estados Unidos aprovechen de forma excesiva los planes de pago “compra ahora, paga después” durante esta temporada navideña, un pronóstico que le viene bien a los comercios, pero que provoca que los expertos en créditos vuelvan a sonar las alarmas.


Los préstamos a corto plazo con frecuencia incluyen tasas de interés favorables y permiten que los compradores hagan el pago inicial al momento de la compra, luego paguen el resto a plazos, comúnmente en semanas o incluso meses. Esto puede atraer a clientes que compran varios regalos para su familia y amigos durante las fiestas, sobre todo si equilibran deudas como préstamos universitarios o tarjetas de crédito.


Los datos demuestran que los consumidores jóvenes y aquellos con dificultades para obtener créditos aprovechan los préstamos con más frecuencia. Usados de forma responsable, los planes de pago a plazos aumentan la inclusión financiera, según el Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Pero la Fed y algunos analistas señalan que las características clave de estos planes pueden facilitar demasiado el endeudamiento y endosar a los consumidores con una deuda excesiva.


Los préstamos a cuotas a corto plazo generaron 6.400 millones de dólares de gasto en línea en octubre, un aumento de 6% anual, según un informe reciente sobre compras en línea de Adobe Analytics. Adobe anticipa que el uso aumente en noviembre con compras por un valor de 9.300 millones de dólares, incluido el récord en un sólo día de 782 millones de dólares en Cyber Monday. En general, Adobe calcula que uno de cada cinco estadounidenses piensa usar el plan de pago aplazado para comprar regalos navideños.


Vivek Pandya, principal analista en Adobe Digital Insights, señaló que el “aumento de las tasas de interés, la inflación en precios de alimentos y la reanudación de los pagos de préstamos estudiantiles” aumentaron los costos para los consumidores, pero “datos han demostrado que el consumidor sigue resiliente al dirigirse hacia la gran temporada navideña y aprovecha cualquier oportunidad para administrar su presupuesto de maneras más eficientes”.


Los préstamos “compra ahora, paga después” tienden a seguir un modelo compartido. El prestamista realiza una revisión crediticia superficial de los solicitantes, luego pide un pago inicial al momento de la compra junto con un acuerdo para hacer entre cuatro y seis pagos en intervalos de dos semanas, aunque los términos varían. Los préstamos a cero intereses son ofertas iniciales comunes.


Sin embargo, si un cliente paga tarde o no paga, puede negarle el uso de la app, o se enfrentan a intereses o tarifas. Algunas son cantidades fijas, de hasta 25 dólares, y a veces se calculan como un porcentaje del préstamo pendiente.


Las empresas de pago a plazos recaudan tarifas de los comerciantes que están agradecidos por un aumento en las ventas. Las tiendas han descubierto que a los clientes que les ofrecen una opción compra ahora, paga después tienden a comprar más o a convertir el ver en comprar. En este informe, la Fed cita una investigación que demuestra que los clientes gastan 20% más cuando está disponible el plan de pago aplazado.


La mayoría de estos préstamos a corto plazo no se reportan a los tres principales burós de crédito. Los clientes lo agradecen porque los préstamos no afectan sus puntajes crediticios. Pero es esta característica de la opción de compra ahora, paga después lo que preocupa a los expertos porque puede conducir a una “acumulación de préstamos” –cuando los consumidores se endeudan con varios prestamistas.


Demishia Alford, de 26 años de Greensboro, Carolina del Norte, contó que usa los préstamos a corto plazo para artículos para el hogar, ropa y vuelos de avión. Para las fiestas, planea usar los préstamos para comprar una nueva transportadora para su perrito, electrónicos y otros regalos para sus suegros y sobrinos. Agregó que entre las tiendas que frecuenta están Express, Shein y Walmart.


Según Alford, sus préstamos a corto plazo promedian unos 200 dólares o menos y le ayudan a caminar en una especie de cuerda floja financiera. Está pagando préstamos estudiantes, un préstamo para un auto y varios miles de dólares en deuda de tarjetas de crédito. Sus dos tarjetas de crédito prácticamente están al límite.


“Trato de mantenerme al día, sobre todo en la economía de hoy en día”, dijo. “La deuda te acecha”.


Al preguntarle si cree que continuará usando los planes de pagos a plazos, Alford responde: “Con suerte no. Con suerte pronto no tenga que dividir los pagos y no esté trabajando con un presupuesto”.


Kevin King, vicepresidente de riesgo crediticio en LexisNexis Risk Solutions, señala que debido a que los préstamos para pagar a plazos con frecuencia no se reportan a los burós de crédito y las empresas no se informan entre sí, los prestamistas se enfrentan a un desafío de suscripción. La opacidad del espacio, combinado con un número creciente de empresas que ofrecen los préstamos, agrava el riesgo.


“Actualmente, es muy complicado para prestamistas de CAPD saber que Kevin pudo haber sacado un préstamo de otros prestamistas de CAPD hace unos días”, dijo. “Pueden permitir que los consumidores queden atrapados en deudas”.


Alford, cuyo uso de préstamos de compra ahora, paga después no se reporta a los burós de crédito, potencialmente ocultando su solvencia crediticia, es un ejemplo del tipo de prestamista que le preocupa a King.


LexisNexis Risk Solutions ofrece a muchos prestamistas de compra ahora, paga después puntajes crediticios alternativos para evaluar a los clientes que buscan préstamos, incluidos aquellos que probablemente no tengan un puntaje crediticio tradicional. En una nueva investigación, la empresa halló que los préstamos de pago a plazos atraen a más solicitantes de crédito no preferenciales (incluidos los de alto riesgo y casi preferenciales) que los productos bancarios tradicionales y que los usuarios tienen más del doble de probabilidades de tener menos de 35 años.


Jessica Sarceda, de 28 años de Santa Mónica, California, dijo que este año usará préstamos a cuatro plazos para sus compras navideñas, en su mayoría regalos de calzado y ropa para familia y amigos. Agregó que decidió usar Zip, otra empresa que ofrece préstamos a corto plazo, después de usar la app para actualizar su guardarropa cada temporada. Prefiere dividir los pagos a usar la tarjeta de crédito.


“No diría que lo uso para gastos grandes”, dijo Sarceda. “Los pagos son cientos de dólares, no miles, y suele depender de un evento. Si hay un festival de música o una boda, es cuando suelo usar Zip”.


Desde el mes pasado, después de una pausa debido a la pandemia, Sarceda empezó a pagar su préstamo estudiantil.


Para las fiestas, Allison Williams, de 28 años de Amelia, Ohio, dijo que aprovechará los préstamos a cuatro plazos para comprarle a su hija de 2 años un columpio para el jardín. También planea comprar artículos Nike para sus seis hermanos. En los últimos dos años, Williams ha aprovechado los planes compra ahora, paga después en tiendas como Target, BoxLunch, EyeBuyDirect y Skins. Suele usar varios prestamistas — Klarna, AfterPay, Sezzle y Pay in 4 de PayPal — para compras más grandes, agregó, sobre todo cuando compra varios artículos en la misma tienda.


Aunque Williams tiene una tarjeta de crédito, dice que la usa para “cosas como gasolina y víveres para garantizar que estoy al día con mi crédito. Si tengo dinero extra, simplemente adelanto el pago” de los préstamos a cuatro plazos.


Jinal Shah, director de marketing en Zip, dijo que los prestamistas de pagos a cuatro plazos se dan cuenta rápidamente si los usuarios están desaparecidos o no pueden pagar, como sucedió hace un año y medio cuando la inflación pasó factura por primera y vez y las empresas ajustaron su suscripción en consecuencia, incluso al eliminar a usuarios de la plataforma.


“Ya que los pagos se realizan en incrementos a dos semanas, nos dan una oportunidad para adelantarnos”, comentó. “Tiene más señales integradas para ayudarnos a administrar que las tarjetas de crédito”.


Actualidad Laboral / Con información de AP