La tecnología lo ha cambiado todo, pero eso no significa que el factor humano haya pasado a un segundo plano. Más bien todo lo contrario. Así lo refleja el último informe de Randstad sobre los retos de futuro en materia laboral para 2023, que analiza las tendencias que tendrán que interiorizar los departamentos de RRHH de las empresas si quieren encontrar a los mejores candidatos y gestionar correctamente sus respectivas plantillas. Una tarea en la que deberán mirar a largo plazo en un entorno cada vez más competitivo en cuanto a captación y retención de talento.


Este estudio, elaborado en base a una encuesta realizada a 906 directivos y líderes de capital humano de organizaciones mundiales y regionales de 18 mercados de todo el mundo, deja claro que las herramientas basadas en la Inteligencia Artificial tendrán un papel cada vez más importante, sobre todo a la hora de encontrar perfiles cada vez más concretos y escasos, además de priorizar habilidades blandas como la capacidad de liderazgo, la empatía o la comunicación. Y todo ello en un entorno en el que se presupone que todas las empresas están comprometidas con valores medioambientales y de respeto a la igualdad de género y la diversidad.


Pese a los retos que tienen por delante, parece que los responsables de la difícil tarea de configurar plantillas se muestran optimistas. “Dos de cada tres directivos consideran que la incorporación de estas nuevas tecnologías está teniendo un impacto positivo en su negocio”, cuenta Miguel Mercado, director de Randstad Professionals, para quien cada vez será más importante “identificar patrones, evaluar habilidades y predecir así el éxito de los candidatos”.


Mercado también destaca otros datos que arroja el informe como que uno de cada tres directivos espera que la movilidad profesional y la redistribución del talento desempeñen un papel más importante en sus estrategias, o que dos tercios afirman que la estrategia de diversidad y equidad también ha beneficiado su negocio en el último año. Cifras que reflejan que, efectivamente, ya no es suficiente solo con contratar a ciegas al candidato con mejor curriculum.


El factor tecnológico


Como en casi todo, la tecnología va a jugar un papel fundamental a la hora de reclutar talento. En el caso de los RRHH serán la IA y la analítica de datos las que revolucionarán la forma en la que se realizan los procesos de selección. Dos herramientas que permitirán procesar grandes cantidades de datos que permitan tomar las mejores decisiones y tener en cuenta distintas variables que al ser humano se le podrían escapar. Todo ello agilizará y automatizará los procesos de selección.


Pero como toda mejora, esto requerirá de un esfuerzo inversor por parte de las empresas. Es algo que preocupa en algunas organizaciones. De hecho, según datos de Randstad, más de la mitad de los líderes de talento cree que esa transformación digital está cambiando demasiado rápido y no pueden seguir el ritmo de los cambios. Además, más de un tercio está convencido de que sus competidores están gastando más que ellos en IA, con la pérdida de competitividad que eso implica.


Una omnipresencia digital que también afecta a los perfiles más buscados, ya que siete de cada diez directivos creen que la creciente automatización está afectando a la planificación de la mano de obra y desplazando el talento necesario en sus organizaciones hacia funciones altamente cualificadas.


La importancia de lo humano


Inteligencia emocional, adaptabilidad, capacidad de liderazgo… son factores que cada vez tienen más peso en los procesos de selección. Ya no basta con un curriculum repleto de cursos y experiencia. Los empleadores dan cada vez más valor al factor humano de los candidatos, lo que se conoce como habilidades blandas. Buscan candidatos con habilidades transferibles y capacidad para aprender y adaptarse rápidamente a nuevas situaciones. En este sentido, la flexibilidad y la habilidad para trabajar en equipos multidisciplinarios son cada vez más importantes.


Y todo ello en un entorno en el cada vez será más necesaria esa resiliencia de los trabajadores. La inestabilidad de los últimos años ha provocado que las horas de trabajo hayan aumentado, las exigencias laborales se han intensificado y el elevado coste de la vida, lo que está afectando a los profesionales. Por eso, no es de extrañar que los niveles de estrés de los trabajadores alcanzaran un máximo histórico a nivel mundial en los últimos años.


Convencer para retener


Los tiempos en los que los candidatos daban gracias al cielo por tener un puesto de trabajo están tocando a su fin. Ahora son las empresas, sobre todo en algunos sectores, las que valoran por encima de todo disponer de empleados cualificados. Esto está creando una tendencia al employer branding, es decir, a la construcción de una marca empleadora sólida y atractiva que permita atraer y retener a profesionales cualificadas. Y es que los candidatos se están volviendo cada vez más selectivos a la hora de elegir las empresas y los puestos a los que postulan, investigando activamente la reputación de las compañías


Según Randstad, desde el comienzo de la pandemia, cuando las organizaciones se movilizaron para apoyar la seguridad y el bienestar de sus trabajadores, se ha establecido un nuevo contrato social entre las personas y sus empleadores. En este contexto, transmitir ciertos valores empresariales con los que se sientan identificados se convierte en la clave del éxito. De ahí que haya crecido exponencialmente la inversión en áreas como la diversidad, la equidad y la inclusión. De hecho, el 77% de los trabajadores considera que los valores y el propósito de una empresa son importantes a la hora de elegir un empleador.


Más allá del efecto que tienen este tipo de valores en la atracción de talento, también se están convirtiendo en elementos clave en el funcionamiento interno de las plantillas. La construcción de equipos diversos en términos de género, raza, origen étnico y habilidades, han demostrado que pueden impulsar la innovación y mejorar el desempeño empresarial. Por ello, cada vez son mayores los esfuerzos para eliminar los sesgos y fomentar la igualdad de oportunidades. Según el informe de Randstad, el 81% de los directivos tiene estos aspectos integrados en sus estrategias de talento y es parte integral de todo lo que hacen.


Un compromiso que también está más presente en el aspecto medioambiental. El informe Workmonitor de Randstad muestra que el 77% de los candidatos quiere que su organización se alinee con ellos en cuestiones de este tipo. Sin embargo, solo el 22% de las empresas cree que ofrecer detalles sobre esta estrategia es importante para la experiencia del candidato. Además, más de la mitad afirma que, aunque comprende la importancia de las prácticas sostenibles, le preocupa que repercutan negativamente en la rentabilidad.


Cuidando la experiencia


El último gran reto será la interiorización de cuidar al trabajador desde el mismo proceso de selección hasta, si llega el caso, su salida de la empresa. Por ello, las empresas están poniendo el foco cada día más en mejorar esta experiencia que, al fin y al cabo, también es parte de su imagen. Y es que brindar una experiencia positiva puede ayudar a atraer a los mejores talentos y mejorar la reputación de la empresa en el mercado laboral. Además, la preocupación por su bienestar durante el tiempo que trabajen para la empresa, está siendo otra de las prioridades de los directivos de RRHH. De hecho, el 54% de ellos afirma estar gastando más en programas de bienestar y seguridad este año.


Un cuidado del trabajador que también se complementa con importantes estrategias de formación y desarrollo profesional. En este sentido, más de la mitad de los directivos afirma estar invirtiendo en tecnología de coaching profesional, mientras que el 15% afirma que la apuesta por plataformas tecnológicas de formación está teniendo el mayor impacto positivo en la atracción y el compromiso con el talento. Finalmente, en el caso de los despidos, la apuesta está siendo por la empatía y la transparencia. Y es que las empresas se están dando cuenta que, de no apostar por estos valores, ponen en peligro su capacidad para atraer y adquirir grandes talentos.


Actualidad Laboral / Con información de Forbes