16-02-2016
El diario británico The Independent cerrará su edición en papel el próximo mes de marzo. La última edición de la cabecera, la más joven de los principales periódicos británicos, fundada en 1986, llegará a los quioscos previsiblemente el 26 de marzo, y el 20 del mismo mes se imprimirá el último ejemplar del Independent on Sunday, la edición dominical. La decisión, reflejo de los malos tiempos que atraviesa la industria de los periódicos en Reino Unido, puede provocar el despido de cerca de un centenar de trabajadores.

El Independent se convertirá en el primer gran diario británico que se publique solo online. “La industria editorial está cambiando, y son los lectores los que protagonizan ese cambio”, ha dicho Evgeny Lebedev, propietario de la cabecera junto a su padre, Alexander, millonario exjefe de la KGB. “Ellos nos muestran que el futuro es digital. La decisión preserva la marca Independent y nos permite continuar invirtiendo en contenido editorial de alta calidad que atrae más y más lectores a nuestras plataformas digitales”.

El Indy, como se le conoce popularmente, apostó más tarde que sus rivales por la transformación al entorno online. Solo metió toda la carne en el asador digital tras su último rediseño en 2008. Según las cifras auditadas de diciembre, cuenta con 2,8 millones de usuarios diarios únicos, con una web de contenido abierto, aún muy lejos de sus rivales The Daily Mail, The Guardian o The Daily Telegraph. Según los editores, la operación digital genera beneficios y está previsto que los ingresos de la edición online crezcan un 50% este año.

“Independent. Lo es, ¿lo eres tú?”. Con ese eslogan provocador se lanzó el periódico en 1986. Desde su salida, el Independent fue percibido como una voz fresca, situada ideológicamente a la izquierda, y con una actitud antiestablishment. Apostó por temas globales de contenido social y científico, como el calentamiento global. En 1990, solo cuatro años después de su creación, sus ventas ascendían a 423.000 ejemplares diarios.

Su éxito inquietó a Rupert Murdoch, que enseguida supo ver la amenaza a su imperio. El magnate australiano reaccionó bajando el precio del Times, e inició una batalla de precios que lastraría las cuentas de resultados de los periódicos en los últimos años de bonanza. Aquella guerra mostró las ventajas de contar con un propietario poderoso, con reservas cuantiosas de las que tirar mientras se aguantaban las pérdidas.

Acorralado, el Independent se vio obligado a innovar. En 2003 fue el primero de los periódicos serios que se transformó al formato tabloide. El Times seguiría su ejemplo poco después.

Pero finalmente no ha sido la guerra con Murdoch la que ha desterrado de los quioscos al Independent, sino la alarmante situación que atraviesa el negocio. Últimamente las ventas, descontadas las suscripciones, apenas superaban los 40.000 ejemplares.

Actualidad Laboral / Con información de El País