08-02-2024
El centro de Madrid, capital de España, se ha llenado este jueves de bocinas, pancartas y protestas. No había tractores -aún- pero sí cientos de empleados del sector financiero: bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito. Que se han manifestado para reclamar, acuerdos de incrementos salariales para las plantillas; y, mejora de las condiciones laborales, tras el año de beneficios récord que fue 2023.

"La banca siempre gana, las plantillas no", "Maltrato laboral sin subida salarial" o "Hay dinero para los directivos y consejeros, pero no para los trabajadores". Son algunas de las consignas que se han podido escuchar en una marcha, que ha transcurrido desde la calle Alcalá hasta la sede de BBVA en el Paseo de Recoletos; con paradas frente al Banco de España o la sede de Abanca.

Los representantes de los trabajadores del sector llevan semanas negociando, sin éxito, con las patronales; las renovaciones de sus respectivos convenios. Y demandan incrementos salariales de entre el 17% y el 23% en tres años; "acordes con los beneficios del sector", que en el caso de los cinco grandes bancos, fueron históricos y superaron los 26.000 millones de euros. Las patronales, sin embargo, se mantienen en mejoras que rondan el 7%. "Las posturas están completamente alejadas", ha declarado Elena Díaz, presidenta del sindicato Fine, en la cabecera de la marcha.

Ante la situación de "bloqueo" que denuncian los sindicatos, estos han convocado varias acciones para las próximas semanas. La primera era la manifestación de este jueves, a la que seguirá un paro parcial el lunes 26 de febrero. Y, si antes no hay un acuerdo, una huelga de 24 horas el viernes 22 de marzo.



Junto con las subidas salariales, los trabajadores reclaman también que las entidades, fijen topes en los intereses de los préstamos, concedidos a la plantilla ante la subida del Euríbor. Y apliquen medidas de calado, que mejoren el clima laboral "cada vez más insostenible"; marcado por la presión comercial, la falta de plantilla, las cargas de trabajo y el impacto sobre la salud. "En las oficinas hay un clima de que ya no podemos más", comentaba a El Mundo uno de los representantes sindicales presentes en la manifestación.

José María Martínez, secretario general de la federación de servicios de CCOO, concretaba ese malestar al que se refieren los trabajadores. "Cada vez hay menos plantilla, cada vez trabajan con menos medios. Se les exige más y en algunos casos, han duplicado los objetivos con respecto al año pasado. Todo esto nos lleva a tener mucha tensión con la clientela. A los clientes se les están incrementando los precios de los préstamos, sobre todo los hipotecarios; y no se están viendo reconocidos, en la remuneración de los ahorros. Y los clientes manifiestan ese malestar con las plantillas. Nosotros decimos que basta. No se pueden seguir trabajando en estas condiciones, y que no repercuta en el salario de las personas", apunta.

La red de oficinas y el tamaño de las plantillas del sector se ha reducido, drástica y progresivamente desde la crisis financiera de 2008. El cierre de sucursales alcanza ya al 60% de las existentes en 2008, contabilizándose a cierre de 2023 un total 17.537; frente a las 45.662 de entonces, según un reciente cálculo de Asufin, la Asociación de Usuarios Financieros. La ratio de habitantes por oficina, casi se ha triplicado en este tiempo: de tener que atender a unos 1.000 habitantes por oficina, a tener que atender a 2.742, con menos empleados, casi la mitad (42%). Mientras que los cajeros se han reducido en un 30%, de 61.714 unidades a 43.620 en estos momentos.

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Actualidad Laboral / Con información de El Mundo