Los inicios de muchas historias de éxito empiezan con un pensamiento en un bar escrito de manera improvisada en un trozo de papel. En 2007 y con tan sólo 26 años, Mikko Kuitunen dimitió de su puesto de trabajo en la empresa india Sasken y se fue a un bar para celebrarlo. "Que incluso los lunes no den asco", tatuó en finés a bolígrafo en un posavasos que sostenía su cerveza. A las pocas semanas fundó Vincit, una empresa que se dedica a desarrollar software para otras compañías, pero con una filosofía muy poco tradicional para con el trabajador: no existen los jefes a menos que un empleado lo solicite.

La firma, con sede en Helsinki y una década de vida, está integrada por poco más de 300 personas.

En 2016, diez años después de esa cerveza que puso punto y final a su vida laboral en una empresa clásica, Vincit —con una facturación de 26 millones de euros en 2015 y un valor de mercado de 70 millones— ha sido este año galardonada como la mejor compañía en toda Europa para trabajar, según un estudio que el Instituto Great Place to Work elaboró entre 2.250 compañías del Viejo Continente.

"Nadie me dice cómo debo hacer mi trabajo ni cuándo tengo que hacer mis horas diarias", explica Mikael Lepistö, trabajador de la empresa desde hace cuatro años. Uno de los secretos de Vincit —en latín, conquistar o ganar— es poner "del revés", en palabras de Kuitunen, la estructura organizativa en general y de gestión de los trabajadores en particular.

En esta empresa integrada por poco más de 300 personas y que tiene su sede en Helsinki (Finlandia) no existen jefes "a menos que lo pidan los empleados". El fundador explica orgulloso su modelo de negocio en uno de los pocos espacios reservados al silencio dentro de la inmensidad de Slush, un evento que congrega cada año a centenares de startups (este 2016 fueron más de 2.500) de todo el mundo. Finlandia es uno de los países más innovadores del mundo gracias a la inversión pública en investigación, desarrollo e innovación (dedicaron el 3,3% del PIB en 2014 según el Banco Mundial, un punto y dos décimas más que la media mundial). "Los trabajadores nos piden, y nosotros como empresa hacemos realidad sus demandas", resume.

Trabajador de Vincit.

Kuitunen, con formación universitaria en negocios y finanzas, ha revolucionado el sector empresarial y, sobre todo, el de los recursos humanos en su oficina en la capital finesa y también en la de Palo Alto, Estados Unidos (EE UU). Allí abrió sus puertas el verano pasado. Él, citando un estudio de la Universidad de Harvard de octubre de 2016, asegura que las empresas en EE UU gastan anualmente tres billones —"billones", repite con insistencia por si no se le ha escuchado con nitidez— de dólares en la gestión de personal, en la organización de los equipos, de los departamentos, en velar por los derechos de los trabajadores y en hacer cumplir sus deberes. Lo encuentra "estúpido" ya que cree que nadie quiere ni necesita estas directrices. "Así que en Vincit quitamos de en medio los obstáculos de la gestión y nos centramos más en la persona", sostiene.

Todo esto debe ir acompañado de cierta responsabilidad que el propio sistema finés, por su libertad, ofrece. "Cuanto más libre se vea un trabajador, más responsable se siente y por tanto, mejor trabaja", sostiene el empresario que ahora ocupa el puesto de desarrollador. Aunque suene utópico, la felicidad y estabilidad del trabajador es un eje principal del modelo de negocio en esta empresa. "Nos cuidan mucho para que no nos estresemos demasiado", concede Lepistö.

Cero despidos

Y funciona. En tan solo diez años de vida como compañía, las personas que se han ido voluntariamente no suman la decena. No ha habido ningún despido, aunque la dirección sí ha mantenido "ciertas conversaciones", confiesa Kuitunen, con "docenas" de empleados, lo que de ninguna modo significa su despido, sino lo que comúnmente se conoce como un toque de atención.

Vincit superó hace tiempo el eterno debate de saber conciliar la vida laboral con la vida personal. "No debe haber división. Nos centramos en todo el círculo vital del trabajador", dice el fundador de la compañía. Y eso, en esencia, es buscar su tranquilidad y felicidad. "Si trabajas aquí, Vincit te apoya en todos los aspectos de tu vida", asegura. Para Lepistö, Vincit es un lugar que le respeta, un lugar donde puede "crecer para ser mejor" en su trabajo y en su vida personal. La empresa, incluso, ha puesto a servicio de los trabajadores tutores para el sueño en el caso de que algún hijo de un empleado tenga problemas de insomnio y le cueste descansar. El propio Kuitunen se aprovechó de esta medida, admite.

Además, si un trabajador quiere dejar su empleo pero no encuentra adónde irse, esta empresa —donde parece que no existen los problemas serios más allá de los inconvenientes del día a día— le seguirá pagando un salario hasta que encuentre el puesto deseado. Y lo mismo ocurre cuando un empleado decide irse dentro de los cuatro primeros meses de contrato: "Ofrecemos, desde el momento en que comunicas que te vas, 5.000 euros para que esa persona pueda despegar sola", dice.

Tras hacer una leve pausa admite que para ello el Gobierno finés ofrece "ciertas" ayudas. Con estas condiciones, no resulta extraño el siguiente dato: la empresa, incluso ofrecer puestos de trabajo, recibe anualmente una media de mil solicitudes de empleo de personas de todo el mundo.

En Vincit no existen los horarios, los turnos de trabajo o la obligatoriedad de acudir 35 o 40 horas de lunes a viernes a la oficina. Sólo existe, pues, el compromiso de unos trabajadores contentos con una empresa que es más que un trabajo; se integra y complementa sus vidas.

La empresa, en cifras

B. D. C., (HELSINKI)

  • La inversión inicial fue de 200.000 euros.

  • El cliente más importante para la empresa es GE Healthcare, con base en Estados Unidos (EE UU).

  • El valor actual de la empresa en el mercado es de 70 millones de euros.

  • Tienen la sede en Helsinki (Finlandia) y el pasado verano abrieron una oficina en Palo Alto, EE UU.

  • La empresa obtuvo una facturación de 26 millones de euros en 2015, según su fundador.

  • En 2016 ganó el premio a la mejor compañía de Europa en la que trabajar. En 2014 y 2015, esta empresa ganó el premio a la mejor lugar donde trabajar en Finlandia.


Actualidad Laboral / Con información de El País