Los tiempos cambian y las preferencias también. Hace 50 años atrás, la mayoría de los trabajadores contestaban con certeza que preferían tener un jefe hombre, sin embargo hoy mayoría pide que su jefa sea una mujer.

Así lo revela una encuesta de Gallup, que indica que sólo un tercio de los trabajadores prefiere a un jefe, frente al 20% que prefiere una jefa. Al 46% le da lo mismo.

¿Pero, cuáles son las ventajas de que una mujer ocupe un puesto de liderazgo? El 41% de las mujeres están comprometidas, frente a un 35% de sus homólogos masculinos.

Una ventaja que los empresarios deberían tener en cuenta a la hora de decidir a quién contratar, según Gallup, es que todo lleva a pensar que es más probable que con una mujer haya más opciones de alcanzar el éxito presente y futuro de la empresa.

La encuesta refleja -según el sitio El Economista- que los empleados que trabajan para una mujer son 1,26 veces más propensos a creer que "hay alguien en el trabajo que anima a desarrollarse". Esto sugiere que las mujeres impulsan el potencial de los demás más que los hombres.

No solo motivan el desarrollo de los trabajadores, sino que las jefas además también están más encima de los empleados para comprobar su progreso, así ayudándoles a alcanzar sus objetivos de desarrollo.

Además, las mujeres reconocen y elogian el trabajo de sus empleados más que los hombres, lo que indica que podrían ser más útiles para aprovechar el poder del refuerzo positivo.

Asimismo los encuestados aseguran que sus opiniones se tienen más en cuenta en el caso de las jefas que en el de los jefes. En definitiva, las mujeres directivas establecen objetivos básicos para los empleados, les ayudan a desarrollarlos, fomentan un ambiente positivo, y permiten a los empleados desarrollarse.

Por ello, Gallup concluye que las compañías deberían plantearse la contratación y promoción de más mujeres para puestos dirigentes.

Actualidad Laboral / Con información de IProfesional