Uno de los retos de América Latina, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es fortalecer el diálogo social, con la participación de todos los actores involucrados. La directora regional adjunta del organismo, Geraldina González Marroquín, reconoció que en esta zona, se lleva a cabo este tipo de procesos pero enfrenta algunos tropiezos.

“Una de las dificultades es expandir la cobertura del diálogo y lograr que llegue a resultados como la negociación colectiva, o de condiciones de trabajo, para mejorarla”, dijo. En este sentido, explicó que una de los requerimientos “es tener organizaciones de trabajadores y empresarios fuertes, independientes, libres y que tengan capacidad para negociar, con conocimiento técnico”.

En nuestro país se han presentado enfrentamientos entre dirigentes sindicales, acusándose entre unos y otros de “patronales” o “guarimberos”. Un caso reciente: la crisis que se ha generado en el estado Bolívar, donde se han registrado protestas para exigir la discusión de la convención colectiva y la respuesta que recibieron estas acciones por parte de una comisión que había sido designada por el Ejecutivo, para negociar y llegar a acuerdos con los trabajadores.

Antes de iniciarse ese diálogo, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, acompañado entre otros funcionarios, por el presidente de la Central Bolivariana de Trabajadores Socialistas (Cbts), Wills Rangel, calificó de “mafias sindicales” a los dirigentes que habían promovido las acciones de calle en la estatal. Como resultado, no se instaló la mesa y algunos trabajadores señalaron a Rangel como “patronal”.

Sin embargo, esto parece no ser exclusivo de Venezuela, la representante de la OIT, señaló que “siempre hay diferencias entre organizaciones de trabajadores y empleadores, por la cercanía entre unos y otros con el gobierno o por la distancia que se tenga (…) pero lo importante es que todos deben llegar a una mesa de diálogo, que entre todos deben llegar a acuerdos, porque si no es muy difícil avanzar”.

Cuando se trata de mesas de diálogo, González Marroquín, quien participó en la Asamblea Anual de Fedecámaras, advirtió que la tarea no corresponde sólo al Gobierno, esa instancia puede ser promovida por los demás sectores, bien sean trabajadores o empleadores. “Como el caso de Panamá, hay una organización que se llama ‘Fundación del Trabajo’, por años fue una bipartita, posteriormente se incorporó el gobierno”.

A la luz de lo que ocurre en Guayana, los sindicatos de distintas corrientes, se habrían unido este viernes, para actuar en conjunto por el contrato colectivo del sector.

Actualidad Laboral / Adriana Salazar Salas

 

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