En un artículo para Harvard Business Review, Annie McKee, investigadora de la Universidad de Pensilvania y coautora del libro Primal Leadership, afirma que el mal comportamiento y los errores emocionales también conducen a la disfunción de los equipos.

Estos son algunos ejemplos de esos errores que podrían estar mermando la productividad de tu empresa.

Dejar que tus emociones te controlen

Dejar que tus emociones te controlen es un comportamiento tóxico y por lo tanto se debe evitar. Para ser un buen jugador de equipo se necesita aprovechar la inteligencia emocional.

Casarte con tus emociones

Si quieres arruinar un equipo, sé rígido, de mentalidad individual y obsesivo con tus metas y en cómo hacer las cosas.

Ser pesimista

Las emociones negativas son contagiosas. Está comprobado, los seres humanos reflejan el comportamiento de los demás. Por lo que, si quieres ensuciar las mentes de tus trabajadores y matar el espíritu de un equipo, céntrate en que todo va a salir mal.

Por otro lado, la creatividad, el entusiasmo y la felicidad son muy importantes para el éxito del equipo, y también se contagian.

Pensar que el fin justifica los medios

Si logras metas a expensas de los demás, tu equipo se desmantelará en cualquier momento. Como un líder y miembro de un equipo productivo, tienes que estar buscando los beneficios del grupo, no tu promoción personal. Asegúrate de que tus costumbres están equilibradas y que respetan a otras personas.

Alejarse mucho de los sentimientos

Necesitas estar en contacto con tus sentimientos con el fin de trabajar bien con otros. Pues la falta de conciencia es la causante del mal comportamiento de los equipos. Asegúrate de saber lo que está pasando en tu propia cabeza y empezar a trabajar en los factores que podrían estar fomentando un comportamiento tóxico.

Actualidad Laboral / Con información de Mundo Ejecutivo