27-07-2017
El desempleo ha caído entre abril y junio por debajo de la cota de los cuatro millones de parados por primera vez desde el primer trimestre de 2009, cuando se superó ese listón pocos meses después de la quiebra de Lehman Brothers. No obstante, a pesar de que durante este trimestre se han recuperado los niveles máximos de PIB perdidos con la crisis, la cifra queda muy lejos de los 1,5 millones desempleados que se registraron en el verano de 2007. Y no alcanza todavía los 3,2 millones anotados en el último trimestre de 2008. Es decir, en algún momento del primer trimestre de 2009 se estuvo por debajo de los 4 millones de parados.

España presenta un mercado laboral muy dependiente de la estacionalidad. Y la llegada de la Semana Santa y el buen tiempo han permitido que vuelva a coger velocidad impulsado, sobre todo, por la hostelería y el turismo: el paro ha experimentado el mayor descenso en un trimestre de la serie histórica, que arranca en 1964, con 340.700 desocupados menos, un recorte espectacular del 8% que sitúa la cifra de desempleados en los 3,914 millones. En lo que va de año, el número de parados ha bajado en 660.400 personas y la tasa de desempleo se coloca en el 17,2%, casi tres puntos menos que doce meses antes pero lejos del mejor momento cifrado allá por el 2007 en el 7,9%, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística.

Y este desplome del paro en el trimestre se antoja todavía más positivo si se tiene en cuenta que el número de activos ha engordado ligeramente en 34.000 individuos hasta alcanzar los 22,7 millones, el 58,8% de la población. A diferencia de otros momentos, cuando la población se marchaba o sumida en el desánimo abandonaba la búsqueda de empleo, ahora el desempleo cae fundamentalmente porque se están creando puestos de trabajo. Dicho esto, esa tendencia solo ha existido entre abril y junio. Durante los últimos doce meses, la población activa ha disminuido en 148.000 personas. "Este factor contribuye a reducir la tasa de paro, pero no puede considerarse un elemento positivo", subraya el servicio de estudios de Randstad en una nota. La demografía también podría estar jugando en contra del mercado de trabajo.

Entre abril y junio, se crearon 375.000 empleos, un 2% más. Esta cifra queda por encima de los 271.400 puestos de trabajo que se generaron en el segundo trimestre de 2016 pero por debajo de los segundos trimestres de 2014 y 2015, cuando se dieron incrementos de 400.000 empleos. De los 349.500 nuevos asalariados contabilizados, 93.600 consiguieron un contrato indefinido y 255.900 eran temporales. Esto es: el 73% de los contratados eran temporales, lo que subraya que esta creación de empleo sigue marcada por la estacionalidad y, por tanto, la precariedad. La tasa de temporalidad se ha disparado casi un punto en el trimestre hasta el 26,8%. De hecho, de los trabajos creados prácticamente la mitad se corresponde con la hostelería: 172.900 de los 375.000.

No obstante, casi todo el trabajo creado ha sido a tiempo completo y la ocupación crece en todos los sectores salvo en la agricultura. Además, el empleo por cuenta propia se estanca con solo 23.800 nuevos autónomos, lo que a juicio de Randstad Research supone por otra parte "una señal de una mejora en la calidad del empleo".

Más empleo en la industria manufacturera

En los últimos doce meses, la ocupación ha aumentado en 512.300 personas, a un ritmo del 2,8%, medio punto más que en el trimestre anterior y una tasa de crecimiento muy próxima a la del crecimiento del PIB. Casi todo el crecimiento de la economía se dirige a la creación de puestos de trabajo, de lo que se infiere que la productividad del empleo creado es muy baja. La ocupación se está acelerando después de cuatro trimestres consecutivos avanzando a ratios en el entorno del 2,5% o menores. Lo que a su vez implica que la actividad económica también está cogiendo una velocidad de crucero que, según el servicio de estudios de BBVA, podría dejar el crecimiento del PIB a cierre de 2017 en el 3,3%, por encima del año pasado. El número total de ocupados se situó al finalizar junio en 18,813 millones, su nivel más alto desde el tercer trimestre de 2010. Aun así, lejos del máximo de 20,7 millones de ocupados tocado en el verano de 2007.

Frente a la estacionalidad que se vive en este trimestre, los datos anuales apuntan otra tendencia: de los 512.000 ocupados generados en los últimos cuatro trimestres, solo 14.000 fueron en la hostelería. Es más, la rama de actividad que más empleo ha creado es la industria manufacturera, con 113.700 trabajadores más. "Con estos números no se puede decir que la recuperación del mercado laboral se deba exclusivamente al turismo y la hostelería", subraya Valentín Bote, director de Randstad Research.

Según señala el INE, durante el último año "en los Servicios hay 244.100 ocupados más, en la Industria 139.500, en la Agricultura 72.400 y en la Construcción 56.300". Es decir, no solo la restauración y el turismo tiran de la creación de empleo. Casi todos los empleos creados entre abril y junio pertenecían al sector privado, que sumó un avance de la ocupación de 345.100 personas, mientras que el empleo público se elevó en este trimestre en 29.900 efectivos. En el acumulado de doce meses, la ocupación en el ámbito privado se ha incrementado en 503.600 personas frente a 8.700 en el público.

También se detecta una mejora en un indicador harto preocupante: los hogares que tienen todos sus miembros activos en paro. Estos descienden este trimestre en 117.100 hasta un total de 1,277 millones de hogares, la cantidad más baja desde el último trimestre de 2009. De ellos, 318.700 son unipersonales, destaca el INE.

Otro dato que causa alarma es el paro de larga duración. De los 3,9 millones de parados, 2,135 millones han estado más de dos años en situación de desempleo. O lo que es lo mismo, el 54,6%. Esta cifra experimenta una mejora y desciende en 178.000 individuos en el trimestre y en 527.000 durante el último año.

Actualidad Laboral / Con información de El País